Aguirre prolongará la autovía de los pantanos y destruirá el doble de monte de lo proyectado

La consejera de Transportes, María Dolores de Cospedal, tiene elaborado un plan para convertir en autovía otros 15 kilómetros de la M-501 (carretera de los pantanos), en el tramo comprendido entre Quijorna y Navas del Rey. Asegura que el plan cumple todas las consideraciones medioambientales para prolongar la autovía (dos carriles en cada sentido) entre estas dos localidades, pese a que afecta a una Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA). El informe oficial admite que la superficie de monte afectada será el doble de la prevista: de 130.360 metros cuadrados a 260.000.

Desarrollo, especulación, ecología, salvar vidas... Son muchos los argumentos utilizados para pronunciarse a favor o en contra de la ampliación de la carretera de los pantanos para prolongar así el tramo que actualmente es autovía (acaba en Quijorna). Se trata de un contencioso que comenzó en 1994, cuando el Plan Regional de Carreteras contempló el desdoblamiento de la carretera. Entonces, se proponía que ésta se convirtiera en autovía desde Alcorcón hasta Chapinería.

Cuando Alberto Ruiz-Gallardón llegó al Gobierno de la Comunidad planeó alargar la autovía hasta San Martín de Valdeiglesias. Un proyecto que chocaba con los intereses medioambientales, ya que la nueva autovía discurriría entre Chapinería y San Martín de Valdeiglesias por una Zona de Especial Protección de las Aves (ZEPA), catalogada de alto valor ecológico por la Unión Europea. Gallardón se vio obligado a dar marcha atrás: sólo convirtió la carretera en autovía en el tramo que llega hasta el kilómetro 22 (término de Quijorna), mediante el sistema de peaje en la sombra.

Esta decisión hizo que al menos 11 alcaldes de pueblos de la Comunidad de Madrid y 17 de la provincia de Ávila, que se verían beneficiados por la ampliación de esta carretera, se pusieran en pie de guerra contra el recorte en su ampliación. Argumentaban, entre otras cosas, que este tijeretazo "hipotecaría el desarrollo" de los pueblos "por la recalificación de terrenos que se estaba realizando". Estas localidades tienen previsto construir casas que pueden servir como segunda vivienda a muchos madrileños.

Ahora, Ecologistas en Acción sostiene que la pretensión de los alcaldes de que se retome la ampliación de esta carretera se esconden "potencialidades enormes para la especulación inmobiliaria". Dicen los ecologistas que el hecho de que no se haya desdoblado la carretera supone que "el precio del suelo [en esta zona] sea de los más bajos en la actualidad entre las áreas más próximas a la capital".

Ayer, la presidenta regional, Esperanza Aguirre, aseguró: "Haremos el desdoblamiento con ajuste estricto a lo dispuesto en las leyes y los reglamentos, pero garantizando que las vidas de las personas tienen que estar por encima de cualquier otra consideración". La Comunidad ha justificado vehemente la ampliación de esta carretera por su alta siniestralidad. Sin embargo, el argumento de la presidenta ha sido desmentido tanto por los datos de la Guardia Civil como por los de la Dirección General de Carreteras de la Comunidad.

Según la Guardia Civil, en 2003 se produjeron 167 accidentes (cinco de ellos mortales), pero el 60% de ellos se registraron en los 22 kilómetros de autovía que ya están construidos. Según los datos de la Comunidad, proporcionados por Ecologistas en Acción, en 2002 se produjeron 49 accidentes en esta carretera, menos que en la M-404 (53), M-506 (93), M-505 (85), M-607 (62).

En su discurso de investidura, Aguirre aseguró: "Nos proponemos supeditar toda la política de ordenación del territorio a la protección del medio ambiente. Son muchas las razones que apoyan nuestra decisión: en primer lugar, porque en el aire, en el agua y en la tierra que ahora disfrutamos está nuestro futuro y el de las generaciones que nos sucedan. Tenemos que cuidar nuestros bosques, nuestros ríos, humedales, paisajes, valles, como se protege el mejor tesoro". Pero su proyecto para transformar en autovía otros 15 kilómetros de la carretera de los pantanos destruirá 260.000 metros cuadrados de monte y afectará a la fauna, los ríos y el paisaje.