Los latinos ganan peso en la sociedad estadounidense

Nunca antes un hispano había ocupado una cartera tan relevante como la de Justicia: Alberto Gonzales. Otro hispano está al frente de Comercio dentro del Gobierno de George W. Bush. Al Senado llegaron otros dos hispanos tras las elecciones del pasado 2 de noviembre, uno de cada partido: Mel Martínez, republicano de Florida, y Ken Salazar, demócrata por Colorado. Hay que considerar que sólo ha habido tres senadores hispanos en la historia de EE UU, pero ninguno en los últimos 30 años. Y en la Cámara de Representantes, los hispanos han pasado de 25 a 29 congresistas (sobre un total de 435 escaños).

Escrito lo escrito, parece obvio que la palabra clave es "hispano". La primera minoría de Estados Unidos tiene cada día un mayor peso en la sociedad estadounidense: porque es la que más crece demográficamente y porque sin prisa pero sin pausa va aumentando su poder político y económico en el país.

Entre 1990 y 2000, la población hispana creció más del 58%, según datos de la Oficina del Censo de EE UU. Es más, y siempre según la misma fuente, se espera que la población hispana se triplique para el año 2050. Lo que significaría que llegarían a representar un cuarto de la población de EE UU (hoy compuesta por más de 290 millones y que para entonces sería más de 420).

En la actualidad, los hispanos son casi 40 millones, más del 13% de la población, frente a la segunda minoría en importancia demográfica, la negra, que la componen 37 millones de personas, más del 12% de la población. Siguiendo con los números hay 200 millones de blancos, 13 de asiáticos y más de cuatro de nativos americanos.

Sin embargo, no todas las cifras son tan optimistas: poco más del 50% de los hispanos adultos se graduó en la escuela secundaria, mientras que el resto de la población lo hizo en un 84%. Y sólo algo más del 10% de los hispanos con 25 años de edad o más ha logrado un diploma universitario.