Yoshitaro Nomura, maestro del cine de suspense japonés
Yoshitaro Nomura, maestro del cine de suspense nipón porque su película El castillo de arena (1974) es considerada el mejor thriller de la época y uno de los mejores filmes japoneses de la historia, murió el pasado mes de abril a los 85 años de una neumonía en el hospital de Tokio en el que había ingresado el 22 de marzo, informó su hijo Yoshiki a la prensa.
Nomura, pionero del "cine negro" nipón, fue uno de los realizadores japoneses más prolíficos y más célebres desde la II Guerra Mundial pues dirigió 88 películas, desde dramas de samuráis a musicales y suspense, como El pueblo de las ocho tumbas (1977), en poco más de tres décadas.
"Tengo la profunda impresión de que el fallecimiento de este hombre marca el fin de una gran era de filmes japoneses", ha declarado Yoji Yamada, uno de sus discípulos más conocidos por ser el autor de la serie cinematográfica más larga de todos los tiempos, Tora San, cuyos 48 capítulos se estrenaron a lo largo de 27 años.
Conocido también por el apodo de el Hitchcock japonés, Nomura nació en 1919 en Tokio. Su padre era el también director de cine Hotei Nomura.
En 1941 entró en el Shochiku Co., uno de los mayores estudios cinematográficos japoneses y sólo tardó 12 años en dirigir su primer filme, Paloma, que como el resto se caracterizó por combinar, bajo la apariencia de cuentos, comentarios sociales y filmes de suspense.
Nomura sirvió en el Ejército durante la segunda conflagración mundial, antes de regresar al cine en 1946, en el que fue asistente de varios realizadores, como el reconocido Akira Kurosawa.
El castillo de arena, cuyo guión fue escrito por Shinobu Hashimoto y Yamada basándose en una novela del popular escritor japonés de misterio Seicho Matsumoto, fue aclamada por la crítica y galardonada con el Premio de la Crítica en el Festival Internacional de Cine de Moscú en 1975.
La historia, sigue las pesquisas de dos detectives en la investigación del asesinato de un policía de unos 60 años en una estación de ferrocarril en Tokio, en cuyo entorno se hallan numerosas y confusas pruebas. Por ellas se sabe que es un hombre que ha sido abandonado poco antes por el chico bajo custodia desde hace años, hijo de un leproso, y de quien se sospecha que podría estar vinculado con la muerte de su protector.
Aunque Nomura realizó ocho películas basadas en obras escritas de Matsumoto, como La caza (1957) y El demonio (1978), también hizo versiones cinematográficas de otras novelas de detectives, incluidas Sangre en la piscina de la autora británica Agatha Christie que llamó Mujeres peligrosas y de Ellery Queen, seudónimo de los estadounidenses Frederic Dannay Manfred Lee, como Cartas escarlatas, que la tituló Tres cartas no entregadas.
Tras dirigir su último filme en 1985, Nomura siguió en el cine, pero como productor y director asesor de la película de Yamada El ocaso del samurai (2002).
Yoshitaro Nomura recibió en 1995 del Gobierno japonés la orden del Sol Naciente, una de las mayores condecoraciones del país.-
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