Pochettino, un líder para todo

Volvió como refuerzo de invierno la temporada pasada y el Espanyol, cuando parecía abocado al descenso, lo eludió a falta de 20 minutos para que acabase la Liga. Mauricio Pochettino (Murphy, Argentina, 1972) es de esos jugadores carismáticos que levantan la moral en los momentos difíciles, que nunca crean problemas. Hoy, el central volverá a comandar la defensa periquita en el partido más importante de la temporada, ante el Valencia, rival directo por los puestos europeos. Pero pase lo que pase, Pochettino se ha ganado el respeto de sus compañeros y la admiración de los aficionados.

Es un ganador nato. "Algo histórico es cuando se celebra un título, no cuando se acaba la Liga en el cuarto o quinto lugar", dijo Pochettino cuando le preguntaron, independientemente de si se clasifica o no para la UEFA o la Champions, por el éxito del Espanyol. En Newell's, cuando apenas contaba con 18 años, ganó el torneo de Apertura y, en 1992, el de Clausura. El 31 de marzo de 1999, cuando ya llebava cinco temporadas enfundándose la zamarra blanquiazul, debutó con la selección argentina de Bielsa, técnico que le dirigió en Newell's y en el propio Espanyol. Quizás Pochettino ha heredado del técnico argentino ese caracter perfeccionista. "En un partido marqué un gol de cabeza a la salida de un córner. Después de celebrarlo, Bielsa me llamó para regañarme duramente porque había rematado en una posición distinta a la que habíamos ensayado", cuenta con cara de pillo.

Tras ganar con el Espanyol la Copa del Rey en 2000, se fue al PSG y, posteriormente, al Girondins de Burdeos. Hasta que regresó al club catalán, hasta que volvió a ser el alma mater del vestuario periquito. "La forma que tiene de saludar, con un beso, demuestra siempre compañerismo y cariño", comenta el central Lopo; "muchas veces, con la mirada ya sé lo que me quiere decir. Pero igual que echa broncas, las acepta si se las merece". Todos los jóvenes o nuevos que llegan al equipo, agradecen su presencia en el vestuario: "Es un veterano en el club y eso se nota en el día a día. Cuando llegué me hizo todo más fácil", explica el medio Ito. "Su caracter te ayuda a integrarte en el vestuario", incide el extremo Serrano. "Es cierto que tiene muchos detalles, pero es mucho más importante en el campo que en el vestuario, porque sabe transmitir confianza y serenidad" apostilla el segundo entrenador, Tintín Márquez. Y añade: "Si tuviera velocidad aún estaría en la selección argentina, porque tiene todo lo demás". Pero le queda mucha cuerda: "¿Retirarme? Ahora sería de locos porque el año que viene igual jugamos una competición europea, que es lo más bonito", espetó hace unos días. De momento, sigue mostrando su cara más ambiciosa: "Ante el Valencia no me vale el empate. Luego ya se verá, pero hay que ir a ganar".