Un hombre muere apuñalado frente a su portal en Carabanchel

Un hombre de unos 35 años, de nacionalidad colombiana y cuya identidad se desconocía anoche, murió apuñalado en el distrito de Carabanchel. La víctima, que vivía con sus dos hermanos, quedó tendida frente al portal de su domicilio, en la calle de Castro de Oro. Las primeras investigaciones apuntan a un posible ajuste de cuentas, según fuentes policiales. Esta muerte violenta eleva a 22 los homicidios registrados en la Comunidad en lo que va de año.

Los hechos se produjeron a las 22.25, frente al número 16 de la calle de Castro de Oro, una vía que desemboca en la calle del General Ricardos. Algunos vecinos oyeron: "¡Me han apuñalado, me han apuñalado!". Cuando se asomaron a la ventana vieron a un hombre corpulento, al que apodaban El Pantera, que estaba convulsionando a la entrada de su casa. El homicida esperó probablemente a su víctima en el propio portal, pues no había rastro de sangre en los alrededores.

Los vecinos avisaron rápidamente a los servicios de emergencias. Los facultativos de una UVI móvil del Samur-Protección Civil, intentaron reanimar al ciudadano colombiano durante media hora, según un portavoz de Emergencias Madrid, pero las heridas que presentaba eran mortales de necesidad. Había recibido un navajazo en el tórax, que le afectó al corazón, lo que le produjo una pérdida masiva de sangre.

La segunda herida incisopunzante le alcanzó el brazo izquierdo. Esto apunta a que intentó defenderse de su agresor, según fuentes policiales.

Una persona normal

El fallecido vivía con su hermana y su hermano y, según algunos vecinos del barrio, llevaba residiendo en el primer piso del número 16 de la calle de Castro de Oro unos cuatro años. Ninguno de los residentes consultados conocía la profesión de la víctima. Agentes de la comisaría de Carabanchel, de la Policía Científica y del Grupo V de Homicidios del Cuerpo Nacional de Policía se hicieron cargo anoche de las investigaciones.

"Nunca había dado ningún problema ni había formado nada de jaleo. Era una persona muy normal", señaló Julio Lanza, un conocido de la víctima, que solía intercambiar algún saludo con el fallecido. Éste tenía un perro de raza pitbull que acostumbraba a pasear por las zonas cercanas a su domicilio.

Los vecinos de la zona no oyeron ninguna pelea ni ninguna discusión en los momentos previos al apuñalamiento. Esto hace suponer, según las primeras pesquisas, que la muerte se debió a un ajuste de cuentas por causas aún no esclarecidas.

Con la muerte de este ciudadano colombiano en el distrito de Carabanchel, son ya 22 las personas asesinadas en Madrid en los cuatro meses y medio que llevamos de 2005, lo que supone más de una muerte violenta a la semana.