De la Vega rechaza el ultimátum y confía en un cambio del PP

La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, hizo caso omiso al ultimátum de Rajoy tras el Consejo de Ministros. Aclaró a Rajoy que "la mano tendida" que Zapatero le ofreció el jueves al final del debate del estado de la nación para recomponer el Pacto Antiterrorista "no es sólo un gesto".

La vicepresidenta no se dio por aludida sobre la amenaza de ruptura del pacto que le dirigió Rajoy. "El pacto sigue vigente, y se va a seguir trabajando en busca del acuerdo", dijo. Recordó que el Gobierno cumple sus condiciones. "El Gobierno no negocia con ETA. Antes la banda tendrá que dejar definitivamente las armas. Cuando lo haga, el Gobierno lo anunciará en el Parlamento y nunca la paz tendrá precio político", añadieron fuentes de La Moncloa.

Frente al pesimismo del PP, la vicepresidenta aseguró que "la lucha antiterrorista se encuentra en un buen momento". "Tenemos que hacerlo entre todos. Tenemos que superar las tensiones", le dijo a Rajoy. Tras afirmar que no es "tan antropológicamente optimista" como Zapatero, expresó su confianza en que "la razonabilidad volverá al PP", sobre todo "porque no le quedará más remedio si las esperanzas de paz se cumplen". Por ello, anunció que el Gobierno seguirá invitando al PP "a reunirse, a tratar los temas como dispone el propio pacto".

La vicepresidenta mantuvo el rechazo sobre la reclamación de Rajoy al Gobierno para que promueva la ilegalización de EHAK. "¿Cómo vamos a votar algo que tiene que decidir el servicio jurídico del Estado y, en su caso, la Fiscalía General?, ¿Cómo vamos a votar que vamos a ilegalizar algo que no depende de un juicio de oportunidad, sino de legalidad?", dijo De la Vega, para advertir de que "una cosa es el diálogo con la oposición y otra que el Gobierno haga dejación de sus funciones".