Iker Romero se queda en el Barça

"Sí quiero", le confesó a finales de enero el jugador a Xesco Espar, técnico del Barça de balonmano, cuando le preguntó sobre su posible renovación con el club catalán. "Pero será difícil porque el Ciudad Real tiene la última palabra", agregó el central. Hoy, después de tres meses de negociaciones, aunque falta la firma, el acuerdo es total. Las cifras entre el Barça y el Ciudad Real, y entre el Barça e Iker Romero (Vitoria, 1980) ya no bailan. El central seguirá vinculado al club catalán. Lo hará, con casi toda probabilidad, por cuatro temporadas con opción a otras dos.

Iker llegó al Barça, en 2002, por dos temporadas. Pero con una cláusula bajo el brazo: caso de no pagar los azulgrana 48.000 euros antes del 30 de noviembre,volvería al Ciudad Real. Y el Barça, que obvió la cláusula por olvido o por falta de conocimiento, lo ha pagado más caro, porque en vez de ejercer la opción de compra en noviembre ha tenido que pagar la cláusula de rescisión. La versión azulgrana es que han abonado una suma de 400.000 euros. La del Ciudad Real, que el montante asciende a 700.000. La diferencia podría radicar en las compensaciones comerciales y publicitarias entre ambas entidades.

Mientras el cuadro manchego realizó un equipo sin contar con Iker, Espar decidió aplazar las renovaciones hasta diciembre, hasta conocer a los jugadores, no sólo sobre la cancha, sino también fuera de ella. Pero sus deslumbrantes actuaciones en el Mundial de Túnez, en la Copa de Europa y en la Liga, cambiaron la opinión del Ciudad Real. Quería que volviera y le hicieron una oferta superior a la del Barça. Pero el vitoriano, que sintió el cariño del aficionado catalán, se dio cuenta del protagonismo que tenía y tendría en el Barça. "Es mi valedor", resumió ayer Iker cuando le preguntaron sobre el técnico. Y añadió: "Me hace ilusión sentirme importante del equipo, aunque no soy el líder. Mi deseo era seguir aquí por muchos años".

Xesco se enteró tarde de que el jugador tenía una claúsula que le vinculaba al Ciudad Real, pero nada más saberlo intervino: "Tiene que quedarse, será uno de los pilares en los próximos años. Tenemos que hacer un esfuerzo", le sugirió a Joan Laporta, presidente del Barça. La definitiva reunión entre Laporta y Domingo Díaz, presidente del Ciudad Real, selló la ilusión de Xesco Espar, del Barça, de Iker Romero.