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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

¿Vuelve la pintura?

Parece que la consigna de este año es "vuelve la pintura". Transcribo la frase literal, tal como me la han pasado desde varios círculos, es decir, enunciada como un eslogan comercial propio de alguna cadena de grandes almacenes, pero ¿adónde vuelve? ¡Vuelve al mercado!

El que los tradicionales cuadros sobre bastidor o los grabados hayan sido relegados a un segundo plano por las estrategias de la moda durante las últimas temporadas, para poder ofrecer otros productos objetuales o conceptuales, ha servido, sin embargo, para que algunos artistas plásticos renueven sus experiencias visuales e ingenien nuevas técnicas que sitúen a la pintura y sus derivados en un nuevo plano de interés. La pasión por pintar, por extender el color sobre una superficie plana, no se ha extinguido con los comportamientos posmodernos del arte pero sí es cierto que ha cambiado cómo se pinta y se contempla lo pintado.

HELMUT DORNER

Galería Heinrich Ehrhardt

San Lorenzo, 11. Madrid

Hasta el 21 de mayo

RICHARD SERRA

Galería La Caja Negra

Fernando VI, 17. Madrid

Hasta el 28 de mayo

Así, Richard Serra (San Francisco, 1939), sirviéndose de las técnicas del grabado, investiga en la opacidad de la tinta incrustada sobre el papel, mientras que Helmut Dorner (Gengenbach, 1952) muestra la cualidad lechosa que ofrece la laca al ser aplicada sobre translúcido metacrilato. Dos formas bien distintas de enfrentarse a la superficie plana y al color.

Richard Serra aprovecha su larga experiencia acumulada como escultor, combando enormes planchas de acero, para realizar unos grabados al aguafuerte en los que la tradicional línea dibujística se ha transformado en una intensa y densa superficie negra y áspera que se impone con descomunal presencia por encima de las condiciones de recogimiento e intimidad que parece sugerir el arte del grabado. Por su parte, frente al formalismo previsible de un Serra, Helmut Dorner es un pintor cuya inquietud le aparta de consolidar la idea de un estilo particular, lo que le permite afrontar una pintura que se adapta a los soportes sobre los que se aplica. De tal manera que cuando trabaja sobre papel éste es recortado, omitiendo partes de su frágil superficie, si lo hace sobre lienzo, la pintura al óleo cobra una cualidad pastosa y material mientras que al trabajar sobre metacrilato la pintura se derrama sobre la superficie, pasando a cobrar la textura del soporte con el que se funde y confunde. Estamos, pues, ante dos formas de entender las artes plásticas que extienden los conceptos tradicionales de grabado y pintura defendiendo el antiguo oficio, laborioso y sensualista, frente a las prácticas intelectualistas y tecnológicas.

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