Contra el cese de un oncólogo
Ha sido cesado de su empleo y sueldo como Jefe del Servicio de Oncología y Hematología del Hospital Clínico Universitario de Valencia el eminente profesor y catedrático doctor Javier García-Conde.
¿Por qué, una persona con una trayectoria intachable tanto en el campo profesional como en el humano con sus pacientes ha sido suspendida?
Lo han hecho por ser una persona íntegra y exigente hasta el máximo en todo lo que les rodea a sus enfermos, porque estos enfermos son especiales; además, se necesitan muchos más García-Conde para que la sanidad funcionara mejor.
En su departamento no existían las listas de espera y siempre estaba a nuestra entera disposición a la hora que lo necesitáramos o nos viésemos dudosos en cualquier cosa.
Yo me pregunto, ¿hay muchos así? ¡No! Por desgracia nuestra.
¿Cuál ha sido el motivo? Sus mismos colaboradores se han cansado de sus exigencias y se han justificado que no pueden hacer bien su trabajo.
¿Y los enfermos que estamos en pleno tratamiento, y puestas en él todas las esperanzas por su eficaz labor? Esto no cuenta para nada en sus mentes, sólo su ego como médicos y que no les estorbe ningún García-Conde que los pueda controlar para bien de todos nosotros, los pacientes.
Con esto, quiero llegar al fondo de la llaga, que no es por otra cosa que por problemas internos de todos ellos, repercuta la sanción disciplinaria sobre nosotros, los enfermos.
Espero que el consejero de Sanidad Vicente Rambla, reflexione sobre esta situación tan deplorable, y haga que vuelva al Hospital Clínico Universitario de Valencia el doctor García-Conde para visitar a sus enfermos; al igual que al resto de colaboradores suyos bajen sus espadas de resquemor y piensen como médicos, cuya misión no es otra cosa que ayudar a los enfermos de oncología.
