El contratenor Flavio Oliver presenta 'Castra Diva' en el Real

Castra Diva, el cantante en el espejo, espectáculo de pequeño formato, coproducido por el Gran Teatro del Liceo y el Teatro Real, sitúa al sopranista (o contratenor) español, de origen italiano, Flavio Oliver frente a un recorrido musical en el que no falta el repertorio de los castrati, que él puede abordar por su tesitura vocal. El montaje trata de expresar las sensaciones que vive un cantante de ópera antes de salir a escena, cuando se sitúa "frente al espejo de su camerino". Castra Diva forma parte de la programación del Café del Palacio, donde se presentará desde mañana hasta el viernes.

El director escénico de Castra Diva, Joan Anton Rechi, especializado en teatro lírico, afirmó ayer que lo que se propone es un recorrido sentimental y emocional, tratando de amplificar al máximo esos momentos íntimos de los cantantes: "Se trata de convertir a los espectadores en voyeurs que miran por el ojo de la cerradura el interior de un camerino y asisten a ese proceso de preparación a través de un recorrido musical", señala el director, quien recordó ayer que fue el Liceo de Barcelona el que propuso a Oliver un espectáculo de pequeño formato y además llamó a ambos para que trabajaran juntos. "Él tenía la idea del repertorio de los castrati y a partir de ahí perfilamos un programa con otros temas, creamos la dramaturgia y nos salió Castra Diva", señala sobre el montaje que se presentó en el Liceo en 2004.

En el montaje, Oliver realiza un importante ejercicio interpretativo en el que el cantante, que también es compositor y actor, se muestra desnudo con un pequeño calzoncillo y trabaja en posiciones poco habituales para un cantante, como es totalmente tumbado en el suelo: "El trabajo es intenso, muy físico, duro, pero muy gratificante, y, aunque me exige mucho físicamente, hay perspectivas de moverlo por otras ciudades", dijo Oliver, quien piensa que en los últimos años han surgido voces de contratenor o sopranistas con gran volumen y hombres con voz de mujer que se pueden enfrentar a repertorios para tesituras que no existían desde la desaparición de los castrati.

Repertorio ecléctico

Castra Diva, que cuenta también con el pianista Francisco José Segovia, el escenógrafo Alfons Flores y la figurinista Mercè Paloma, ofrece piezas de Händel, Gluck, Joaquín Rodrigo, Montsalvatge, Mompou, Obradors, Rossini, Gounod y Falla, lo que provoca que Oliver se enfrente a una dificultad añadida, ya que un repertorio tan ecléctico le obliga a abordar distintos estilos en apenas segundos.

Oliver ha destacado por sus trabajos en el personaje de Tolomeo de Giulio Cesare, en la Ópera de Washington y en el Metropolitan de Nueva York, ópera que también ha cantado en Montecarlo, en París y en el Liceo de Barcelona. Otras óperas con las que ha triunfado son Orfeo y Euridice, Pierrot Lunaire y Don Quijote, de Turina.