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FÚTBOL | 35ª jornada de Liga

Ronaldinho-Eto'o, una pareja imparable

Ronaldinho le pegó al balón fuerte y a la escuadra izquierda, y alcanzó la red porque no había forma humana de que Palop, el portero del Valencia, pudiera atajar el impresionante zapatazo. Alborozado, el brasileño se dirigió al banquillo para celebrar el gol de la manera que se merecía. Menos de media hora tardó ayer el Barcelona en Mestalla en demostrar quién es el líder de la Liga, en el penúltimo alarde de autoridad del mejor equipo de la temporada, que se ha quedado a sólo tres puntos del alirón cuando quedan justamente tres partidos para acabar el campeonato. A la ahora de la verdad, lejos de agobiarse por la presión, el Barcelona ha reencontrado a Ronaldinho y, subido a la espalda del número 10, ha dado los ultimos pasitos camino de la celebración de un título que se le resiste desde hace cinco años.

Dos minutos después de encarrilar la victoria, Ronaldinho volvió a correr, esta vez para trasladar la pelota de un área a otra. La tocó a su izquierda, y entonces apareció su hermano africano, Samuel Eto'o: primero le rompió la cintura a Marchena y acto seguido, suave y colocada, a ras de hierba, la clavó junto al mismo palo que dos minutos antes había buscado Ronaldinho. Gol, 0-2 y partido sentenciado. Y la Liga, seguramente, también. Hasta ayer, el camerunés había jugado tres veces en Mestalla con el Mallorca en Liga y sólo había celebrado un gol. De acuerdo a sus cuentas, con el tanto que logró ayer, el número 24 en lo que va de curso, van 100 en España; según la estadística federativa, en cambio suma 102 goles. Da igual. Ayer, se aferró a lo alto de la clasificación de los goleadores, que lidera con idéntica autoridad con la que el Barça comanda la clasificación por equipos: 23 frente a los 20 que cuenta el madridista Ronaldo, que de alguna manera el sábado le retó a competir por el pichichi, o al menos así parece que se lo prometió a su presidente, Florentino Pérez.

Enfadado durante toda la semana por haber sido sustituido ante el Albacete, cuando Rijkaard simplemente pretendía que la afición del Camp Nou le homenajeara por un nuevo gol decisivo, Eto' o aspira a certificar el título de máximo artillero el próximo sábado en la misma Valencia, en el campo del Levante (22.00 horas, Autonómicas), escenario en el que el Barça quiere proclamarse campeón, aunque igual no necesita ni la victoria pues el Madrid juega antes en Sevilla (20.00).

Al Barcelona no parece afectarle nada la presión del Madrid. Desde que el 10 de abril el equipo blanco ganara el clásico en el Bernabéu y rebajara a seis la diferencia, el líder ha impuesto su ley con contundencia: en cuantro encuentros ha sumado todos los puntos en juego (12) ha marcado 10 goles y no ha encajado ninguno.

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