La cantante australiana Natalie Imbruglia recupera el pop romántico en su tercer disco
El álbum 'Counting down the days' consolida su carrera como artista comercial
Natalie Imbruglia (Berkeley Vale, Australia, 1975) logró la fama con la serie de televisión Neighbours, algo así como la versión local de Sensación de vivir. Más tarde saltó al mundo de la canción como hiciera otra de sus compañeras de reparto, Kylie Minogue, y obtuvo un éxito inmediato con el tema Torn, del que vendió dos millones de discos. La cantante regresa ahora con Counting down the days, un disco de pop romántico.
El éxito que acompañó a su primer trabajo no se repitió con su segundo disco, White lilies island. La cantante de ojos penetrantes y rasgos italianos atravesó una zona de sombra en su carrera, que sólo se vio atenuada por la elección que la marca de productos de belleza L'Oréal hizo de ella para que fuera su imagen. Pues bien, con 30 esplendorosos años cumplidos y felizmente casada con el cantante del grupo Silverchair, Daniel Johns, Natalie Imbruglia regresa ahora con Counting down the days, un álbum del que afirma que lo único que pretende es hacer un buen disco de pop. "En el segundo traté de investigar en la forma de escribir canciones. Con éste, sin embargo, sólo trato de hacer un álbum directo. Mi voz suena mejor con una producción más ligera. No pretendo si no hacer un disco honesto".
Counting down the days contiene temas como Shiver, primer sencillo extraído; Honeycomb child, su canción favorita, o Satisfied, escrita por su marido, quien también produce algunos cortes del álbum. Canciones que revelan que algo esencial ha cambiado en estos últimos años en la vida de Natalie: "La diferencia es que cuando grababa el segundo disco estaba terriblemente deprimida. Mi vida sentimental era un desastre, estaba desolada y encima tenía que enfrentarme a un trabajo nuevo después de haber obtenido un gran éxito con el primero. Ahora, en cambio, el reto ha sido distinto porque estos últimos tres años han sido maravillosos. Estoy felizmente casada y creo que eso se nota en las canciones".
Quizá el motivo de esa depresión fuera que Imbruglia dependió en exceso de la canción Torn, un tema que le abrió las puertas del triunfo y las ventas multimillonarias pero que, sin embargo, era la única canción del disco que no había sido escrita por ella. Ahora, con el paso del tiempo, el sentimiento acerca de aquella canción y sus efectos ha cambiado. "Me siento muy agradecida por haber podido disfrutar de un éxito como ése al principio de mi carrera. Me divierto cantándola, aunque quizá hace cinco años hubiera dicho que no".
Natalie Imbruglia estableció su residencia en Inglaterra, una vez que abandonó la serie que la hizo archipopular como actriz de culebrones juveniles. Sin embargo, sus raíces australianas tiran más de lo que pudiera pensarse: "Vivo en Inglaterra y ése es mi hogar, pero nunca he dejado de sentirme aussie. Es el sitio de donde vengo y me siento identificada con sus paisajes y sus gentes. Echo de menos la naturaleza, el clima extremado de mi país", asegura.
Aunque su participación en el mundo de la interpretación se reduce a la citada serie y a su trabajo en la comedia Johnny English junto a Rowan Atkinson, el actor que encarna a Mr. Bean en la televisión, Natalie Imbruglia admite que la música y la interpretación son sus dos pasiones. "Ahora no me siento demasiado actriz, aunque he hecho una película, y, desde luego, creo que aún no he podido demostrar todo lo que podría hacer como actriz. Puede que algún día encuentre la película ideal de cine independiente en Australia. Ya veremos qué pasa. De todos modos, uno tiene que andar siempre eligiendo y yo he decidido concentrar ahora todas mis energías en la música", concluye.
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