"Lo más difícil en el fútbol es pensar"
Siempre reflexivo, Pablo Aimar, de 25 años (Río Cuarto, Argentina), analiza el fiasco del Valencia antes de enfrentarse hoy al Barcelona, que se interesó por él en el verano.
Pregunta. ¿Cómo juega el Barça?
Respuesta. Con mucha posesión. Para eso se necesitan jugadores con buen pie y que pierdan pocos balones, lo más complicado, aun arriesgándose. Ataca bien y mucho. Ha sido el mejor equipo.
P. ¿Xavi, Ronaldinho o Deco?
R. Para los ojos, el más espectacular es Ronaldinho, pero los otros dos son muy necesarios: juegan muy bien y, además, trabajan.
P. ¿Algún punto débil?
R. Cuando hay tantos jugadores de calidad, lo que cuesta es defenderse. Pero no es el caso de este Barça, que ha hallado el equilibrio. Tampoco es como éramos nosotros en el pasado, que nos defendíamos muy bien. Puntos débiles tienen todos en algún momento. Debemos ser inteligentes para encontrarlos.
"Hay momentos en que uno yerra un pase y la gente se impacienta. Yo le doy para adelante. No me cuestiono mi actitud, sino mis actuaciones"
"El equipo más vistoso es el Barça. También, el Milan, aunque el otro día se vio superado por el PSV, mejor pese a tener 10 nombres menos"
P. El Barça practica un fútbol que parece ideal para su estilo.
R. Intenta tener el balón, buscar espacios y pasar entre líneas. Es lindo, pero estoy bien aquí.
P. ¿Por qué el Valencia ya no se defiende tan bien?
R. Porque no hemos continuado con esa idea de ser un bloque, de primero defender nuestro arco y después ir a ganar, que nos dio tantos resultados. Ha habido lesiones. No hemos tenido un buen año la mayoría y no estamos en la posición acorde a nuestros antecedentes y nuestros futbolistas.
P. ¿Era tan riguroso el trabajo táctico de Rafa Benítez como se ve ahora en el Liverpool?
R. Él concede mucha importancia a eso y le da resultados. Quizá no es un equipo espectacular en su juego, pero tiene mucho mérito.
P. ¿Le ha sorprendido?
R. Sí, pero es el fruto de un trabajo muy bien hecho. Ante el Chelsea [en las semifinales de la Champions] me pareció un equipo que sabe sus limitaciones y saca mucho provecho a sus virtudes.
P. ¿Qué le cuenta Pellegrino?
R. Es alguien que vive mucho el fútbol y que, si el campo es lindo y se entrena bien, está encantado. Después de vivir en Valencia, con el clima que hay, hacerlo en Liverpool... Cambia mucho.
P. Tras la marcha de Claudio Ranieri hubo euforia en el Valencia, pero efímera. ¿Por qué?
R. Hay veces que no encuentras una explicación. Tuvimos tres partidos muy buenos, ante el Betis, el Sevilla y el Madrid. Después perdimos con el Atlético, volvimos a ganar en Mestalla no jugando tan bien. Se van dando cosas... Una mala tarde que te deja tocado para la siguiente. Y, cuando no estás con la moral a mil, que es como hay que empezar cada partido, eso afecta. Físicamente, no estamos fenómenos, pero, a estas alturas, no lo está nadie.
P. Después de tres brillantes actuaciones, usted se apagó.
R. Un poco por las molestias que me han parado este tiempo.
P. ¿Obsesionado con las lesiones?
R. No. Algunos, por una rodilla, se pierden un año y yo, con varias, no he estado fuera ese tiempo. A veces los coches se rompen.
P. ¿No da su físico más de sí?
R. No es eso. Creo que tengo que prepararme bien.
P. ¿Una preparación especial?
R. Me entreno al máximo porque se juega como se entrena. Todos los días me quedo una hora más que la mayoría, tratándome y haciendo ejercicios.
P. ¿Le duele que le acusen de ser de cristal?
R. No. Me duele que haya gente en mi familia que no esté bien o que llore mi hijo. Al principio, cuando tienes 18 años y alguien te pone mal, hablas con tu viejo, lo leyó y se pone mal... Y, bueno, ¿quien dijo eso? Ni siquiera dan la cara. Digamos que, si yo hablo de medicina, la fastidiaré porque no sé. Así que, si alguien que no es del fútbol, o aún siéndolo, habla, ha dejado de molestarme.
P. Se le acusó de borrarse ante el Mallorca [no jugó alegando unas molestias] y pareció afectado.
R. No quiero generalizar, pero a muchos [periodistas] les gusta más una declaración ruidosa o acusadora que un caño porque le pueden sacar más jugo. Lo primero que me preguntaron cuando me paré tras el encuentro siguiente fue eso. De mi actitud no se puede quejar nadie. Seguro que quien dijo que me borré no era del fútbol.
P. Tras Sissoko, es uno de los que más kilómetros corre en cada partido. ¿Perjudica eso a su creatividad?
R. No. Siempre jugué así. Quizá con el tiempo tienes que aprender a regularte más. Pero, a veces, tu equipo va perdiendo, te esfuerzas y dejas de pensar, que es lo más difícil en el fútbol: pensar. Y esto es contradictorio con que digan que me borré.
P. ¿Harto de ser cuestionado?
R. La gente del Valencia exige mucho, pero en el campo me ha tratado bien. Hay momentos en que uno yerra un pase y se impacienta. Yo le doy para adelante. No me cuestiono mi actitud, sino mis actuaciones. Hay días que me digo: 'Qué mal jugué'. Pero no mis ganas de ganar. El día que no te quieren más, los clubes te lo dicen o ni siquiera te lo dicen. El día que pase eso acá, para nada me voy a cuestionar lo que hice.
P. ¿De qué partido está más orgulloso este curso?
R. Contra el Sevilla en su terreno [2-2]. Remontamos con dos penaltis en contra y al final nos anularon un gol. La situación sería ahora distinta. La decisión de un tercero torna un buen curso en fracaso.
P. ¿Ha sido la baja de Vicente tan determinante?
R. Sí. En el ataque dependemos mucho de él porque jugamos mucho por las bandas.
P. ¿Se acomodó el equipo después de tanto ganar?
R. Si juegas contra unos amigos y ganas, al día siguiente quieres ganarles también. Es mentira que te acostumbres a ganar.
P. Pero, si es haciendo un gran esfuerzo, ¿no se pretende ganar después sin tanto esfuerzo?
R. Un grandísimo esfuerzo pasa factura. Volver a hacerlo cuesta el doble. Y al tercer año tu cuerpo pide no dar tanto o empiezan a aparecer molestias. Para ganar necesitábamos dar todos el ciento por ciento.
P. ¿Qué le cuenta su amigo Riquelme del Villarreal?
R. Está contento, feliz, con ganas de quedarse.
P. ¿Cómo fue cuando jugaron juntos en la selección juvenil argentina?
R. Él jugaba un poquito atrás, con un delantero arriba, o los dos en la misma línea, con dos delanteros. Quizás en juveniles haya menos presión y los entrenadores se arriesguen más. Algunos juegan con tres de creación y me parece bien que ganen.
P. ¿Qué equipos le gustan?
R. El más vistoso es el Barça. También el Milan, que se arriesga, aunque el otro día se vio superado por el PSV, que demostró ser mejor pese a tener diez nombres menos. No vi este año jugar a nadie como al PSV.
P. ¿Y jugadores?
R. Riquelme, que está mejor que en el Boca y espero que juegue así en la selección. También, Canobbio, del Celta. La rompió.
P. ¿Le cambió tener un hijo?
R. No sé si me cambió. Tenía algunas expectativas y las superó por mucho. Mientras no lo vives, no te dices: '¿Cómo puedes vivir sin esto, que pesa 10 kilos y se ríe cuando lo miras?'. Te llena. Tu día está completo. Me arrepiento muchísimo de no haber filmado su nacimiento.
P. ¿Algún libro o película que recomendar?
R. Leí uno de Paul Auster, La noche del oráculo, que me gustó. ¿Una película? Diarios de una motocicleta. Me encantó. Tengo un hermano que es un enfermo de las motos. Anda buscando una Norton 500, que es la del Che Guevara, La Poderosa.
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