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Columna
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Zapatero / Ibarretxe

No lo soportan. Es superior a sus fuerzas. Tienen clavada la espina del 14-M, cuando perdieron las elecciones, y desde entonces andan a la deriva, desnortados. Sólo faltaría, para colmo de sus males, que bajo la presidencia de Zapatero se consiguiese la paz en Euskadi. No será fácil, sin duda, pero merece la pena intentarlo. El resultado de las últimas elecciones vascas ha abierto un nuevo escenario político. Y, en opinión de Zapatero, "no se debe desaprovechar la ocasión de trabajar de forma conjunta para crear un clima de entendimiento y diálogo que favorezca un proceso de paz, convivencia y normalización política". Ibarretxe coincide con el presidente del Gobierno. Es lo que se ha informado después de la entrevista mantenida en La Moncloa por los dos políticos, quienes se han mostrado de acuerdo en impulsar el diálogo entre todas las fuerzas políticas para contribuir a la paz, la convivencia y el fin de la violencia terrorista. El PP, sin embargo, no ve con buenos ojos los pasos que está dando Zapatero. De ahí, la oposición con descalificaciones insultantes con que se dirige Rajoy al presidente del Gobierno, a quien tilda, por ejemplo, de ser un chisgarabís. Se trata de crear y mantener un estado de opinión contra Zapatero. Con la ayuda generosa y entusiasta del sector mediático adicto. La campaña en contra del jefe del Ejecutivo es, en algún medio de comunicación, diaria y cargada de sal gorda. Y rebosante de demagogia. Sincronizada, perfectamente, con los dirigentes del PP: Rajoy, Acebes, Zaplana. El argumento es que Zapatero va a "romper España", va acabar con la nación española. Sólo hay que oír lo que se dice -¡y cómo se dice!- por los micrófonos de la COPE. ¡Qué arengas! No es de extrañar que la extrema derecha acuda a cargar pilas sintonizando la cadena de la Iglesia. La decisión de Zapatero e Ibarretxe de impulsar el diálogo entre todos los partidos con el fin de buscar la paz en Euskadi y acabar con la violencia terrorista debería ser bien recibido por todos. El PP, sin embargo, no parece estar por la labor. No soportaría que Zapatero lo consiguiese.

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