Alemania bajará del 25% al 19% el impuesto de sociedades

El Gobierno alemán reducirá los impuestos a las empresas en un intento por aumentar el atractivo de Alemania y fomentar así el empleo. El impuesto de sociedades se reducirá del 25% al 19%, aunque éste sólo afecta a las denominadas "sociedades de capital", las grandes compañías, que constituyen apenas un 15% del total.

El 85% de las empresas alemanas tiene la forma jurídica de sociedades personales, por lo que no pagan impuesto de sociedades, sino impuesto sobre la renta. Para estas pequeñas y medianas empresas, el Gobierno ha previsto que puedan compensar el impuesto de actividades empresariales con el de la renta en mayor medida que hasta ahora.

Con el descenso del tipo del impuesto de sociedades se reduce la carga fiscal de las grandes empresas, que además pagan impuesto de actividades empresariales e impuesto de solidaridad (el que pagan las empresas del oeste para contribuir a la reconstrucción del este), del 38,65% al 33,37%.

"Queremos que estas medidas se aprueben antes de las vacaciones de verano y para ello el proceso debe acelerarse. Es importante porque nos seguimos encontrando en una situación de debilidad coyuntural", declaró el ministro de Finanzas, Hans Eichel. Las medidas tendrán que someterse aún a la votación de las dos cámaras parlamentarias, lo que puede retrasarse por el desacuerdo existente.

Evitar el traslado

Se trata de hacer Alemania más atractiva a las empresas extranjeras y de quitar un incentivo a las alemanas para que dejen de deslocalizar su producción. El Gobierno aprobó también la supresión del impuesto de sucesiones para las pequeñas y medianas empresas (valoradas en hasta 100 millones de euros) a condición de que el nuevo dueño, tras heredarlas, continúe el negocio 10 años más.

Mientras el presidente del partido socialdemócrata (SPD), Franz Müntefering, critica a las grandes compañías por ocuparse sólo de ganar dinero sin tener en cuenta a los trabajadores, en el Consejo de Ministros, el mismo partido se esfuerza por mimar a las empresas para que no abandonen el país.