"¿Dónde está todo el mundo?"
Los usuarios de la autovía Madrid-Valencia, sorprendidos por la fluidez en la circulación
Los atemorizados conductores, que desafiaron el recuerdo de los colosales atascos de la semana pasada a la salida de Madrid y las advertencias de la Dirección General de Tráfico (DGT) de que se esperaban monumentales retenciones, hasta de 200 kilómetros, en las vías de entrada a la capital, recibieron ayer como un regalo la fluidez de la circulación en las carreteras, que presidió la mayor parte de la jornada.
No todos tuvieron la misma suerte. Marta salió de Valencia a las 10.30 de la mañana y empleó seis horas y media en llegar a Madrid, un trayecto que normalmente no supone más de tres y media. Hacer 100 kilómetros, hasta dejar atrás la localidad valenciana de Requena, donde se había producido el corte de la circulación en sentido Madrid por un choque mortal entre un camión y varios vehículos, consumió la mitad del tiempo de su viaje.
"Hoy estaba mejor que cualquier otro fin de semana", comentaba una viajera
Dos horas después, a las 12.30, Paloma y sus amigas dejaban el centro de Alicante en dirección a la capital por la A 3. En cinco horas y media recorrieron los 416 kilómetros que les separaban de Madrid.
Las mayores complicaciones llegaron para ellos a la altura de Villena (Alicante) y la localidad de Honrubia (Cuenca). En la primera, los conductores se encontraron con numerosas retenciones. "Había muchos camiones y eso dificultaba la circulación", subraya en pleno trayecto. En Honrrubia, las retenciones pasaron a mayores y se convirtieron en paradas prolongadas. Después, los problemas se desvanecieron. El carril adicional dispuesto en esta vía facilitó su llegada a casa, a las 17.55. "Como la carretera estaba muy bien, incluso decidimos parar a comer", señalan.
Pertrechados para una jornada sobre el asfalto, María Fernanda, su marido, Francisco, y su amiga Tavi, decidieron salir de Alicante a las cuatro de la tarde, justo la hora que Tráfico había marcado como el momento del comienzo de la franja horaria más conflictiva. Cuando pensaban que su regreso a casa sería un paseo, a 13 kilómetros de Honrubia, y tras haber superado en dos horas más de la mitad del trayecto, se quedaron clavados. La confluencia de las vías de Valencia y Alicante, a unos 173 kilómetros de Madrid, les dejó varados, pero sólo durante diez minutos. Había sido sólo un susto. Dos kilómetros antes, los paneles informativos luminosos ya les advertían de las retenciones.
"Nos ha sorprendido lo bien que ha ido todo el trayecto, pensábamos que estaría todo mucho peor", asegura. A falta de 100 kilómetros para Madrid decidieron tomar el carril adicional que desembocaba en el kilómetro 35. "Hemos visto agentes que nos apremiaban a ir más rápido, la verdad es que sólo hemos tenido paradas esporádicas. La carretera va muy bien", aseguraba aún sorprendida.
Tras dejar el carril reversible, enfilan por la radial 3. Sólo quedan 23 kilómetros para completar el recorrido. A las 20.20, ya habían entrado en la capital de España. Tavi, que es una habitual de esta ruta, comenta que la carretera estaba incluso más despejada que en un fin de semana normal.
"¿Dónde está todo el mundo?", se preguntaba. "La gente habrá venido por la mañana pero no sé, porque desde luego nosotros no nos esperábamos estar en cuatro horas y media en casa", comentaba, mientras recordaba que el llegar a Valencia el viernes les había desesperado. "Fue horrible, estuvimos nueve horas en la carretera".
Ayer, los momentos que vivieron ese día, en el que llegaron a recorrer sólo 50 kilómetros en tres horas, era sólo un mal recuerdo aliviado por las horas de sol y playa y la sorpresa de no encontrar grandes complicaciones.
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