"Ellos son quienes nos enseñan"

Entrar en las clases del centro Aben-Bassó de Sevilla es cómo meterse en las coloridas páginas de un cuento. Un mundo que con mucha imaginación crean las 42 personas que trabajan en el colegio, desde su directora hasta la portera, pero que nace de las ganas de aprender que tienes sus inquilinos.

"Ellos son quienes nos enseñan cosas cada día", confiesa la directora, Mercedes Sanroma. En este centro de Educación Especial asisten 92 estudiantes de Sevilla y su provincia. Cada día diez autobuses desplazan a los niños al colegio para comenzar su jornada a las 09.00. Educadores, logopedas, monitores...todos conocen a cada uno de los alumnos por su nombre.

"Ellos necesitan una atención casi individualizada y grandes dosis de paciencia", apunta la psicóloga Setefilla Pérez.

Formas geométricas gigantes en el gimnasio, para hacer más atractivos los ejercicios; una casita como la del cuento de Los tres ositos, en la que todo está adaptado a la altura de una silla de ruedas, para que los chavales se acostumbren a realizar tareas domésticas y puedan ser independientes; divanes para los que necesitan un descanso y murales por todo el colegio... todo está pensado para hacer más atractivo el aprendizaje.

"Muchos alumnos no pueden hablar y nos comunicamos a través de pictogramas que van señalando. Si les preguntan qué preferirían andar o hablar, todos dicen que hablar", afirma Mercedes Sanroma.