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Columna
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Yo, el Supremo

El cielo está entarabintantinculado, ¿quién lo transversalizará? El tranversalizador que lo transversalizare, buen transversalizador será. Porque no hay tu tía. No sé cómo les habrá sentado a los amantes de la tranversalización la negativa inaugural y a bocajarro de Ibarretxe de que no piensa contar en su Gobierno ni con el PP, que nunca quiso destarabintantincularle sino mandarle al pozo, ni con el PSE-EE, que es donde la tranversalización goza de más adeptos. Existía en el ánimo de Zapatero -y de los transversalizadores- la creencia de que dos no hacen frentes si uno no quiere. Pero por más que se le dijo lo contrario, no hizo caso y ahora ante el frente que se nos avecina toca rasgarse las vestiduras, a menos que se siga pensando que ese frente no es un frente y ni siquiera una borrasca sino un mal menor. No se trata de jugar al listillo gritando "lo advertí" para presumir ante los vecinos del portal, ni mucho menos para promocionar las propias aptitudes analíticas (contento con que uno pueda con el colesterol), porque uno ya sabe que está predestinado a clamar en el desierto -ese lugar donde los espejismos parecen columnas-, sino de dejar bien claro que del Ibarretxe soberanista no cabe ni cabrá esperar otra cosa. Yo le tengo oído decir muchas veces a Fernando Savater que fe es no creer en lo que se ve; vamos que todavía habrá mucho Niporesas (con la venia de Larra) dispuesto a no creer que si Ibarretxe prefiere arriesgarse incluso a gobernar en precario es porque lleva el frente en la frente.

Si Ibarretxe prefiere arriesgarse a gobernar en precario es porque lleva el frente en la frente

Lo lleva tanto que es más fácil que acepte formar gobierno con esa fuerza absolutamente legal y nada sospechosa de ser un clon de Batasuna llamada PCTV -y no tanto EHAK, porque llamándole así se podría pensar que forma no sólo parte de la izquierda abertzale sino que constituye ahora mismo su encarnación y, claro, todavía no hay pruebas que lo establezcan y decir lo contrario es meterse en un lío-. Tendría su gracia, desde luego, que puestos a gobernar con el PCTV, Ibarretxe les diera alguna consejería. Ya estoy viendo a las malas lenguas pedir que les den la de Interior porque, aseguran, podrían tener bastante experiencia policial.

Pero a lo mejor las cosas no son así, quiero decir, que Madrazo ya soltó un bocinazo advirtiendo que no entraría a formar parte de un frente nacionalista, aunque, como cabía esperar, no tardó ni 24 horas en dejar claro que sólo había sido un farol para ver si rascaba bola, porque ya ha dicho que formará parte del tripartito, sea frente o cuerno. Y lo más seguro es que lo haga aunque no le metan en la Mesa del Parlamento, pese a ser la condición sine qua non que pone, lo que me lleva a sugerir que se le rebautice como Madrazo Sinequanon. Aralar asegura que no se debe dar por dado su voto a Ibarretxe con la esperanza de subir su cotización; sin embargo, ya ha dejado claro que no quiere saber nada con el PP, lo que le desalinea de la posible opción de Patxi lehendakari, suponiendo que Patxi quiera eso. Aunque no se ve cómo el PSE podría postularse contra el PNV y al mismo tiempo pedirle apoyos para ser investido lehendakari, todo ello sin contar con lo exigente que se ha puesto el PP y con una actitud de Zapatero consistente al parecer en apoyar ahora al PNV - y no a Patxi- a fin de... ¡pararle los pies a EHAK! Tampoco sería inverosímil que el amigo Sinequanon se tragara el sapo de la presencia del PP (era su condición sine qua non) si le renuevan lo de la Vivienda y por ahí y por la abstención o el reparto salomónico de votos por parte del PCTV, podría venir un cambio de gobierno a la catalana.

Pero no es fácil que los posibles émulos de Carod acepten compartir nada con un PP que busca ilegalizarlos, como tampoco parece que el PP pudiera aceptar eso. Y seguramente tampoco el PSE. De modo que nos toca Yo, el Supremo, para rato. Dicho sea en homenaje a Roa Bastos.

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