El Levante se asoma al precipicio

El Levante comprometió ayer su permanencia en Primera con una derrota ante el Málaga, que no tuvo que hacer un excepcional despliegue para atrapar la victoria. El declive del Levante, que encadena tres derrotas consecutivas, ha coincidido con la reacción del Mallorca, antepenúltimo, ahora a cuatro puntos de la salvación o cinco reales, pues, en caso de empate a puntos, el Levante se salvaría, ya que ganó en Son Moix y en el Ciutat de València, a falta de cuatro jornadas.

Sin apenas fútbol, el Levante volvió a tropezar en casa frente a un rival que hizo lo justo y se llevó los tres puntos ante la sensación de incredulidad de la grada, que ha asistido en las últimas jornadas al desplome de su equipo mientras cuenta los minutos para que finalice el curso y mira de reojo el calendario: el cuadro granota aún tiene que enfrentarse al Valencia, el Barcelona y el Villarreal.

La falta de pegada dilapidó otra vez las intenciones del Levante, encomendado a algún destello de Jofre, un remate de cabeza de Reggi o un arrebato de ingenio de Sergio García. Pero nadie, ni siquiera Rivera, está ya para muchos trotes. El Levante sí dispuso de alguna clara ocasión, sobre todo en la segunda parte, pero ni Reggi ni Diego Camacho estuvieron acertados. Sí lo estuvo Baiano al filo del descanso: aprovechó un barullo en el área tras un saque de banda para batir a Mora. Luego, tras el descanso, al Málaga le bastó con mantener a raya a su endeble rival, que tiene un tourmalet por delante.