"Me he sentido un poco ahogado"
Arango paralizó al fútbol español el pasado 20 de marzo. El Mallorca jugaba ese día en Son Moix ante el Sevilla, y poco antes del descanso, un brutal golpe de Javi Navarro, dejó inconsciente al delantero venezolano.
El jugador sufrió un paro respiratorio y una crisis convulsiva que obligó a su ingreso en cuidados intensivos, donde permaneció tres días. Si esos momentos fueron los peores de su vida, según confesó, Arango vivió ayer su día más feliz. El jugador saltó al campo en el minuto 64 de partido, con el 1-1 en el marcador, y se convirtió en el reactivo de su equipo.
Los dos primeros balones que recibió los transformó en dos disparos a puerta. El tercero, entró. Son Moix, que le había recibido en pie con una ovación, se frotaba los ojos. El ambiente se inflamó. Arango todavía tuvo tiempo de dar a Campano el pase del tercer gol de su equipo.
"Le dije a mi mujer que, si hoy salía, marcaría un golazo. Estoy feliz, aunque me he sentido un poco ahogado cuando corría. He de recuperar cuanto antes la forma". Arango, con una gran sonrisa, reconoció que estaba "orgulloso de haber podido agradecer con un gol el apoyo de los aficionados". Con ironía, apuntó que, durante la media hora que jugó, "casi disparé más a puerta que en toda la temporada".
Arango decidió no colocarse la aparatosa máscara protectora con la que había estado entrenando durante la semana, y que le había resultado "muy incómoda". Dice no temer posibles choques con los jugadores rivales. El miedo lo pasó ayer su esposa Lauris, que vio con lágrimas en los ojos el gol de su marido y suspiró aliviada con el pitido final.
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