La Vall d'Alcalà quiere aumentar un 400% el suelo urbano

Apenas 170 habitantes están censados en la Vall d'Alcalà (Marina Alta), una población con un alto valor natural y antropológico que le ha permitido incluirse en el catálogo de Lugares de Interés Comunitario (LIC) que el Consell presentó a Bruselas. A la espera de esas medidas protectoras, el Ayuntamiento, en manos del PP, ha propuesto un nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que aumentará en un 400% el suelo urbano. La oposición y los vecinos han presentado más de 500 alegaciones y el alcalde asegura que pretende que el pueblo "no desaparezca".

El PGOU desprotege un 40% del término municipal y triplicará la población actual

La Vall d'Alcalà es una localidad del interior de la Marina Alta con dos núcleos urbanos diferentes, Alcalà de la Jovada y Beniaia. En total, 170 habitantes censados, aunque no llega al centenar los que residen todo el año. En verano la población aumenta por el turismo rural y los que buscan la tranquilidad, la práctica de algunos deportes, como el senderismo. Su término municipal está incluido en el catálogo LIC que la Generalitat presentó a la Unión Europea para su protección en base a sus especiales valores naturales, antropológicos y culturales.

Sin embargo, el proyecto de nuevo PGOU, aprobado el 12 de febrero pasado y publicado el 29 de marzo, ha dividido a la población y ha puesto a los vecinos en alerta que ven peligrar todos estos recursos naturales y temen un urbanismo desaforado. El viernes pasado concluyó el plazo de exposición pública y presentación de alegaciones al proyecto de PGOU. En total, según fuentes municipales y de los partidos PSPV y Els Verds, se han superado los 500 escritos de queja.

En síntesis, la propuesta urbanística contempla construir casas hasta triplicar la población actual, desprotege el 40% de la superficie del término municipal y aumenta hasta en un 400% el suelo urbano. El alcalde popular, Juan José Sendra, explica que la propuesta es "un simple borrador" y anunció que las alegaciones "se tendrán en cuenta". Antoni Roderic, de Els Verds, argumenta que si se aprueba el PGOU en estos términos la Vall d'Alcalà "sería un pueblo completamente nuevo, con una población triplicada de manera artificial". Según rezan las alegaciones de los 35.000 metros cuadrados actuales de suelo urbano en Alcalà de la Jovada y de los 9.500 en Beniaia "se pasaría a unos 170.000, desprotegiendo un 40% del suelo". Los vecinos también critican la reserva para construir unos grandes almacenes comerciales entre Vall d'Alcalà y Atzuivieta, uno de los pueblos moriscos más antiguos. "Parece que el redactor del PGOU no haya tenido en cuenta los valores patrimoniales, históricos y naturales de la zona", explica Roderic. A estas quejas el alcalde intenta quitarles importancia y explica que la mayoría de ellas están promovidas por la oposición y tienen el mismo contenido.

El alcalde intenta hacer frente a las críticas vecinales explicando que busca "alcanzar el equilibrio entre un crecimiento sostenible y que el pueblo no desaparezca". Sendra observa una "gran diferencia entre crecimiento cero, que es lo que algunos defienden, y crecer algo y ordenadamente". Sobre el crecimiento poblacional previsto, Sendra, recuerda que a principios de siglo el pueblo tenía unos 600 habitantes y que "se podría alcanzar esa cifra en el horizonte de 15 o 20 años".

Otro aspecto que los vecinos critican hace referencia a la tipología de edificación prevista en suelo urbano, ya que "los adosados y la edificación aislada no es propia de esta zona de montaña casi virgen", también alertan de que "las alturas proyectadas en los bordes del núcleo urbano existente sean mayores que en el resto de edificios consolidados". Los vecinos echan en falta más reserva de suelo para instalaciones deportivas y actividades lúdicas.

El alcalde reconoce que la mayoría de estas propuestas son "interesantes" por eso pidió "ayuda y colaboración" a los técnicos de la Consejería de Territorio para poder estudiar las alegaciones y las propuestas que han presentado los vecinos. "Tenemos claro que debemos proteger el patrimonio actual, el problema es cómo hacerlo", reconoce Sendra.

Sin embargo, las alegaciones son contundentes y piden que el Ayuntamiento "retire la propuesta actual de PGOU" y que redacte un nuevo documento que aumente mínimamente el suelo urbanizable y sólo alrededor de los actuales núcleos, el mantenimiento de las alturas y tipologías tradicionales en las viviendas, dotación de espacio lúdico relacionado con el turismo rural, redacción de unas ordenanzas proteccionistas del urbanismo tradicional de montaña y el fomento de la agricultura, la ganadería y el turismo rural.