El socialista chileno Insulza logra el consenso para dirigir la OEA

El ministro del Interior chileno, el socialista José Miguel Insulza, tiene ya despejado el camino para que el próximo lunes los 34 miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA) lo eligan secretario general del organismo. Su rival, el ministro de Exteriores mexicano, Luis Ernesto Derbez, con quien empató en cinco votaciones consecutivas hace tres semanas, retiró ayer su candidatura.

Por primera en la historia de la OEA, llegará a presidirlo en Washington un latinoamericano a cuya candidatura se opuso inicialmente Estados Unidos porque tiene el apoyo de Chávez.

Para que el ministro mexicano retirase su candidatura fue fundamental el papel que desempeñó en Santiago la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, quien llegó el jueves para participar en la tercera conferencia ministerial de la Comunidad de Democracias, y partió ayer a El Salvador, cuarta y última escala de su gira por países latinoamericanos. Rice advirtió de que Washington se arriesgaba a una nueva derrota, con un resultado incierto o levemente favorable a Insulza, que había captado más votos. El riesgo era dejar dividida a la OEA y alejarse de América Latina.

Rice sostuvo una reunión con el ministro mexicano Luis Ernesto Derbez, antes que este resolviera dejar el camino libre a Insulza como único candidato.

Insulza, un socialista que permaneció exiliado durante la mayor parte de la dictadura de Pinochet, pero que después, en democracia, siendo canciller, se empeñó en traer de regreso al país al ex dictador cuando estaba detenido en Londres, y que como ministro del Interior es uno de los mejor evaluados del gabinete del presidente Ricardo Lagos, agradeció con emoción la retirada de Derbez.

Insulza dio un fuerte abrazo a su rival, agradeció a los países que votaron por él, a Vicente Fox y Derbez por su esfuerzo para "lograr la unidad del hemisferio", y recordó que México -donde residió en el exilio y su esposa es de esta nacionalidad- es su "segunda patria".

El ministro chileno comprometió su esfuerzo para que en la OEA estén representados todos los países del continente -Cuba permanece excluida- y para fomentar los pilares de la organización, democracia, seguridad y desarrollo. De todo el espectro político chileno le llovieron las felicitaciones a Insulza, que quedó con el camino despejado para concretar uno de los mayores triunfos del Gobierno de Ricardo Lagos en política exterior.

Los cancilleres o ministros de Exteriores de los 34 países del hemisferio pueden optar el próximo lunes en su reunión en la OEA en Washington por elegir a Insulza por aclamación. Si uno se opone o quiere presentar otra candidatura, se requerirá de una elección. Pero el resultado es casi seguro, contando con la aprobación de la Casa Blanca y el respaldo del bloque de votos que tuvo Insulza en las cinco primeras votaciones -los países del Mercosur, Venezuela, Ecuador y los del Caribe- más todos los que se plieguen al chileno.

La secretaria de Estado Rice dio la primera pista de que Washington estaba pasando de un apoyo a Derbez a la neutralidad, al elogiar por igual las capacidades de ambos candidatos, después de reunirse con Lagos.

La estrategia de buscar la confrontación con Estados Unidos, que desarrolló Lagos después del quíntuple empate en la votación, fue determinante para lograr una actitud más conciliadora de Washington.