Condenado a 15 años el culpable de un intento de asesinato por motivos racistas

Primero incendió un bar regentado por un marroquí. Días después entró en otro bar y acribilló a disparos a otro marroquí al que no conocía y que trabajaba allí de cocinero y vigilante, quien logró sobrevivir. En su casa tenía abundante propaganda racista. Todo ello ocurrió en 2002 en Peñíscola. Ahora ha sido condenado por intento de asesinato por motivos racistas.

La Audiencia de Castellón ha condenado a un hombre de 25 años de edad a 15 años de prisión como autor del intento de asesinato de un ciudadano magrebí con el agravante de haber actuado por motivos racistas, tal como señala el fallo, y por tenencia ilícita de armas prohibidas. Los hechos ocurrieron en 2002 en el interior de un bar de Peñíscola donde el condenado se presentó armado con una escopeta de dos cañones y disparó "con la intención de acabar con la vida" de un ciudadano de nacionalidad marroquí que trabajaba en dicho establecimiento como cocinero y vigilante, según la sentencia. La víctima se tiró al suelo y se arrastró hasta la parte trasera del local y, tras comprobar que la persona que le había disparado se había marchado, salió al exterior para pedir auxilio, por lo que pudo ser asistido y trasladado a un centro hospitalario. El agredido presentaba tres orificios de bala en el tórax, tres en el abdomen, uno en el hombro y otro en la cadera derecha, lo que precisó varias intervenciones quirúrgicas.

La sentencia señala que el procesado, que no conocía a la víctima, sentía "desprecio" por las personas de raza no europea. Así, detalla cómo en su domicilio se encontraron panfletos de ideología nazi, recuerda que reconoció haber quemado el bar que regentaba una persona de nacionalidad marroquí, con pintadas y panfletos en contra de la misma, y que "no solamente tenía abundante propaganda en su domicilio de carácter racista o xenófobo, sino que además tiene tatuados al menos tres símbolos nazis".