Los expertos descartan un error humano en el accidente del Carmel

No hay una sola causa que explique por qué se hundió el túnel de maniobras del metro en el barrio del Carmel. Ésta es la tesis que ayer trasladaron a los diputados los técnicos independientes que colaboran en la comisión de investigación. En la sesión deliberativa, a puerta cerrada, los expertos coincidieron en atribuir el hundimiento a una "concatenación de factores", pero descartaron, por el momento, la teoría defendida por el que fue director de GISA bajo la Administración de CiU, Xavier Borràs, que apuntó a un "error humano" en la construcción del túnel.

Xavier Borràs sostuvo en su comparecencia que el hundimiento se debió exclusivamente a un error humano: alguien confundió una solera (base de cemento entre muros) con una excavación y dejó las paredes del túnel sin apoyo. Sin embargo, según confirmaron ayer diversos miembros de la comisión, los siete técnicos independientes que asesoran a los diputados -ingenieros, geólogos y economistas- expresaron de forma unánime su rechazo a esta explicación, al menos por las indagaciones que han realizado hasta el momento.

Los expertos, según un miembro de la comisión, anunciaron la existencia de una "fractura" en la zona del túnel de maniobras, aunque adujeron que todavía es pronto para determinar de qué tipo de fenómeno geológico se trata, si de una falla o de una diaclasa (igual que una falla, pero sin desplazamiento de bloques). Tampoco quisieron señalar como culpables del hundimiento ni a la dirección de obras ni a la empresa constructora. "No se han mojado en exceso", afirmó otro integrante de la comisión.

Aun así, los técnicos se mostraron optimistas sobre la posibilidad de esclarecer los hechos. Apuntaron que el juez que instruye el caso del Carmel puede llegar a determinar las responsabilidades de cada cual si realiza los peritajes oportunos.

Los expertos se dedicaron a exponer oralmente las consideraciones técnicas recogidas en un informe sobre las causas del hundimiento, elaborado por ellos mismos. Decidieron, eso sí, no entregarlo a los diputados. Adujeron que prefieren esperar al final de las comparecencias para incluir en el informe recomendaciones sobre el presunto cobro de comisiones en la adjudicación de obra pública, el otro gran objeto de la comisión de investigación. Lo más probable es que el informe llegue a manos de los diputados el próximo 9 de mayo y, en todo caso, antes del 13 de ese mismo mes. Contra el criterio inicial, el documento se hará público, según informó ayer el presidente de la comisión, Joan Boada, de Iniciativa.

Un sueldo de 6.000 euros

Según confirmaron ayer fuentes parlamentarias, los expertos percibirán una cantidad aproximada de 300 euros por cada una de las más de 20 sesiones de la comisión. En total, pues, cobrarán en torno a 6.000 euros cada uno en concepto de dietas por su colaboración.

La comisión parlamentaria llega a su fin. La semana que viene se celebrarán las últimas comparecencias y, a partir del 11 de mayo, los diputados, con el informe de los expertos en la mano, celebrarán diversas sesiones deliberativas para redactar las conclusiones.