Aranjuez 'mon amour'

Darse una vuelta por Aranjuez ha sido siempre una de las soluciones de los madrileños para los fines de semana. Fresas, espárragos, ancas de rana y reales sitios son un atractivo irresistible al que, desde hace unos cuantos años, se une la música antigua. Primero con la modestia de los inicios y, desde el año pasado, con una ambición mucho mayor que se consolida en éste gracias a una programación de enorme atractivo. Hay, además, un punto fundamental a la hora de valorar el esfuerzo de los organizadores: el interés por la música española o relacionada con nuestro país. Seguramente porque, como otros ciclos igualmente beneméritos, como Los Siglos de Oro, los organizadores se han dado cuenta de la enormidad de un patrimonio todavía desconocido en una medida gigantesca. La habitual incuria española hacía lo propio en materia cultural, nuestro complejo de inferioridad debido no se sabe a qué tiene en empresas como ésta la posibilidad de curarse definitivamente. A la vez, la presencia de nuevos grupos creados en España -aunque con plantillas internacionales- permite observar el estado de la cuestión entre nosotros, siempre a remolque, salvo honrosas y muy consideradas excepciones, de las tendencias interpretativas nacidas en el Reino Unido, Alemania, los Países Bajos o Italia.

El XII festival se abre el próximo martes 3 de mayo con una Fiesta de la Música dedicada a Vivaldi y Boccherini -una de las figuras, este año del segundo centenario de su muerte- con conciertos -dos de ellos al aire libre- a cargo de Ara Malikian -Las cuatro estaciones de Vivaldi- y los grupos Passamezzo Antico y La Tempestad. Como continuación a este aspecto más lúdico del certamen, los sábados 7 y 14 y el domingo 5 -ya en junio- los paseos musicales por la villa terminarán, respectivamente, en la Capilla de Palacio, junto a la Fuente de Apolo y en la Casita del Labrador con conciertos a cargo del Grupo Jácara -con jácaras y tonadillas de Madrid-, Los Ministriles de Marsias -música de cancioneros y de Cabezón, en arreglos de Pepe Rey, Flecha, Peñalosa, Milán y Willaert- y Els Sonadors de Martín i Soler -con obras para viento sobre óperas de Mozart y el autor que les da nombre-.

No es que lo dicho no sea serio, que lo es aunque esté cuajado de músicas divertidas, pero digamos que la parte mollar del festival arrancará el domingo 8 con la presencia de Chiara Banchini y su Ensemble 415, otrora decisivos en todo este panorama de la música antigua, luego algo en retirada y hoy de nuevo tan campantes. La soprano argentina María Cristina Kiehr, una de las grandes voces en el barroco, será solista en el Stabat Mater de Boccherini. El fin de semana del 19 al 22, uno de los grandes acontecimientos del festival: Orlando de Porpora. Se trata de una ópera con libreto de Metastasio, estrenada en Nápoles en 1720 en lo que sería el debut de Farinelli -de cuyo nacimiento se cumple el tercer centenario-, el castrato genial que aparecería luego en la corte española. Otra recuperación operística tendrá lugar el 26 de junio con la interpretación por parte de Los Músicos del Buen Retiro de fragmentos de Don Quijote en la corte de la Duquesa, de Caldara, un compositor veneciano que vivió en Barcelona sirviendo a Don Carlos, pretendiente al trono de España cuando la Guerra de Sucesión y luego emperador de Austria.

Volviendo al orden cronoló

gico, el sábado 28 llega otra de las citas grandes con el clavecinista holandés Gustav Leonhardt, maestro de muchos de los que hoy son y todavía, a sus años -cumplirá 77 dos días después-, intérprete sin par de los músicos que integra en su programa: Couperin, Rameau y Forqueray, entre otros. Al día siguiente, el Huelgas Ensemble, que dirige ese amante de los puros habanos que es Paul van Nebel, dedicará su sesión al franco-flamenco Jean de Richafort, cuyos motetes fueron objetos de parodia -en el sentido noble del término- por compositores como Cristóbal de Morales.

Ya en junio, el sábado 4, La Risonanza de Fabio Bonizzoni -uno de los nombres de moda en el barroco- se enfrentará a la muy desconocida música vocal de Corelli mientras una semana después -el día 11- El Concierto Español, que dirige José Miguel Moreno -otra figura decisiva en la historia de la interpretación histórica en España- dedicará su programa a las Arias académicas de Luigi Boccherini. La renacida Coral de Cámara de Pamplona se deja ver de nuevo proponiendo un programa más para Semana Santa que para la época casi canicular pero lleno de interés: Stabat Mater de Domenico Scarlatti, Desprez, Palestrina y Tomás Luis de Victoria.