Alemania amplía el salario mínimo a todos los sectores

El Consejo de Ministros alemán acordó ayer introducir de hecho el salario mínimo en todos los sectores de la economía para impedir la competencia desleal ejercida por trabajadores procedentes del este de Europa.

Así lo anunció el ministro de Economía y Trabajo, Wolfgang Clement, al término de la reunión. "La ley de desplazamiento de trabajadores, que hasta ahora estaba limitada al sector de la construcción, se ampliará en el futuro a todos los sectores", declaró Clement en la cancillería.

En Alemania no existe un salario mínimo establecido por ley, sino que la empresa negocia periódicamente con sus empleados los salarios en el marco del convenio colectivo. Se trata del sistema conocido como "cogestión".

Sólo en el sector de la construcción existe la "ley de desplazamiento de trabajadores", introducida por el Gobierno democristiano del ex canciller Helmut Kohl en 1996.

Esta ley obliga a las empresas extranjeras que envíen trabajadores a operar en terreno alemán a respetar las normas vigentes en Alemania en cuanto a las condiciones de trabajo y los salarios. Éstos están determinados por los convenios colectivos negociados periódicamente en cada sector económico. Ahora el Gobierno alemán quiere ampliar la ley a todos los sectores, lo que en la práctica equivaldría al establecimiento de un salario mínimo.

Con el trasfondo de las cifras de paro más altas desde la II Guerra Mundial (12,5% de la población activa en el pasado marzo), en Alemania se ha desatado la alarma al ver que cada vez más trabajadores del este de Europa ofrecen sus servicios en la agricultura, en mataderos o en la hostelería por salarios que no animarían a levantarse de la cama a un alemán.

Para para la oposición, que en principio estaba de acuerdo en la necesidad de luchar contra el dumping laboral, esta disposición va demasiado lejos. La Democracia Cristiana no quiere ni oír hablar de un salario mínimo regulado por ley, y sólo estaría dispuesta a aceptar ampliar la ley de desplazamiento de trabajadores a sectores concretos, pero no a toda la economía.