EHAK reclama a Ibarretxe los ediles que habría obtenido Batasuna en 2003

Las tres cabezas de lista de EHAK, el Partido Comunista de las Tierras Vascas, para el que pidió el voto la ilegalizada Batasuna, dejaron ayer en el aire su posición con vistas a la investidura del lehendakari y le pusieron sobre la mesa al aspirante de PNV-EA, Juan José Ibarretxe, una sugerencia: que la coalición devuelva a las plataformas electorales ilegalizadas en 2003 los concejales que habrían sido suyos. EHAK no revelará su voto hasta la investidura. Ibarretxe recibirá al portavoz de Batasuna, Arnaldo Otegi, antes de su cita, el 5 de mayo, con el presidente del Gobierno central. Otegi anunció ayer que "es posible" el apoyo de EHAK al Gobierno tripartito (PNV-EA-EB) "si hay voluntad de abrir un proceso de paz".

Ibarretxe agrupó en sus encuentros de ayer a las tres formaciones de las que dependerá la investidura que persigue para un nuevo mandato: EHAK, EB y Aralar. La única diputada de este último grupo, Aintzane Ezenarro, que compareció acompañada por otros dos compañeros de su partido y no habló, tuvo la atención del lehendakari en funciones durante dos horas, en la entrevista más larga de todas. De Ezenarro depende que Ibarretxe iguale los votos que suman PSE y PP.

Ni EHAK ni Aralar le aclararon ayer cuál será su voto. El portavoz de Aralar, Mikel Basabe, lo hizo depender del compromiso que Ibarretxe muestre con el derecho de autodeterminación, pero se mostró abierto a los acuerdos "en el día a día" y dijo que les resulta secundario estar o no en el Gobierno vasco, algo que Ibarretxe no ofreció.

La portavoz de EHAK, Nekane Erauskin, explicó que transmitieron al lehendakari en funciones su exigencia de que dé "pasos concretos", más allá de las palabras, contra la ilegalización de Batasuna y en favor de la presencia de electos de todas las opciones políticas en ayuntamientos, juntas generales y el propio Parlamento elegido el día 17. De los pasos que Ibarretxe dé anyes del pleno de investidura dependerá el voto de su grupo parlamentario, aseguró la diputada.

Erauskin aseguró que encontró a Ibarretxe "en una actitud muy receptiva". En concreto, las representantes de EHAK indicaron a Ibarretxe una dirección posible de actuación que satisfaría a su formación: que los concejales de su partido que "cogieron" sus cargos "a expensas" de las plataformas electorales ilegalizadas en 2003 dimitan y den paso a los integrantes de aquellas plataformas que habrían sido elegidos de no haber estado prohibidas. El PNV ya descartó en su día ceder los ediles y cortó el paso a su ex portavoz, Joseba Egibar, alcalde de Lizarza, que intentó internarse por ese camino.

Al expresar esta petición, EHAK se ha hecho cargo de una reivindicación que Batasuna ha mantenido hacia el PNV y EA, como principales beneficiarios de su ausencia de las urnas, desde las elecciones municipales de hace dos años. Erauskin sugirió también el Foro Nacional de debate, un organismo que comparten Batasuna y EA, pero no el PNV, como un lugar de encuentro "válido" para el diálogo entre los partidos. También indicó que al final de esta semana se sabrá quiénes ocuparán los nueve escaños obtenidos el 17 de abril. El lehendakari recibirá hoy a la presidenta de EA, Begoña Errazti, y líder del PNV, Josu Jon Imaz.

Los servicios de la Presidencia del Gobierno vasco trataban ayer de cerrar la fecha de la entrevista de Ibarretxe con el portavoz de la ilegalizada Batasuna, Arnaldo Otegi, al que recibirá de modo tan oficial y público como a las fuerzas parlamentarias, aunque en estos momentos no tenga ninguna representación. El encuentro será probablemente más clarificador para Ibarretxe que los de esta semana, ya que parece poco probable que EHAK decida su posición en la investidura sin contar con quien le consiguió los votos. De hecho, Otegi declaró ayer en Euskadi Irratia que el apoyo de EHAK al Gobierno tripartito "puede ser una posibilidad si existe voluntad para poner en marcha un proceso de paz".

La cita del lehendakari en funciones con Otegi se producirá antes de que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, reciba en La Moncloa, el 5 de mayo, al propio Ibarretxe.