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Mariner apuesta por acercar su producto al consumidor chino con la apertura de 20 tiendas en dos o tres años

"Aunque China está exportando al mundo, también importa". Esta fue una de las frases pronunciadas ayer por Eugeni Bregolat, ex embajador de España en China. Bregolat, que participó en la jornada sobre la internacionalización de la empresa valenciana organizada por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD), considera un "error estratégico" que España no esté invirtiendo más en China.

Un razonamiento general que tiene sus excepciones. Una sería la firma Mariner, que ha decidido ver en este país una oportunidad y no sólo una amenaza tanto para fabricar parte como para vender. Mariner tiene ya dos tiendas en China y prevé abrir entre 18 y 20 en las principales ciudades en un plazo de entre dos y tres años, según explicó ayer Jorge Mariner, director general de esta firma familiar valenciana fundada en 1893 y que con el tiempo ha ampliado su inicial producción de lámparas de bronce a la iluminación en sentido más amplio, los muebles y los complementos decorativos. "China es un país muy marquista" explicó Mariner, y de capacidad adquisitiva creciente.

Mariner exporta el 60% de su producción en más de 60 países. China es para esta empresa un país clave en sus últimos pasos. Este mercado se ha convertido en "uno de los principales". Con el éxito llegaron las copias, primero de baja calidad y después de mayor calidad. Primero dirigidas únicamente al mercado chino y luego también a la exportación. Mariner hizo bueno el dicho, repetido ayer por su director general, de que "si no puedes con tu enemigo, únete a él" y en diciembre del año pasado firmó una alianza estratégica con uno de los fabricante que le copiaban. La iniciativa ha ido acompañada del registro en el país de sus diseños. Mariner ha iniciado dos procesos legales contra dos firmas que han plagiado su marca.

Mariner apuesta por la multilocalización, con el traslado a China de "algunos procesos". La firma ha creado una marca de iluminación con un producto más contemporáneo que fabrican en China mediante un acuerdo con dos firmas locales y cuenta con contratos de licencia con distribuidores norteamericanos para fabricar y comercializar los nuevos productos.

Fermax, la firma valenciana especializada en porteros y videoporteros automáticos, también cuenta con una consolidada estrategia internacional que se inició hace 30 años. La firma, cuya sede está en Valencia y que emplea a 250 personas, empezó a fabricar en Shanghai en 1997. La fábrica se ha quedado pequeña y se trasladará a otro parque tecnológico en la misma ciudad, según explicó Alberto Mestre, responsable del área de Desarrollo Corporativo.

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