Claudio Baglioni regresa al pasado con una recopilación de sus éxitos en español

Han pasado 30 años desde que Claudio Baglioni (Roma, 1951) grabó su desgarradora Sabato pomeriggio, pero el baladista italiano que arrasó en la España de los setenta sigue conservando su aspecto de galán. "Para mí es como regresar al pasado. España fue el primer país extranjero donde obtuve un gran éxito. La canción se colocó en el número uno de ventas y aquello tuvo el efecto de un abrazo inesperado", recuerda ahora el cantante, de paso por España para presentar su nuevo trabajo Todo Baglioni, grandes éxitos en español (BMG-Ariola) que hoy sale a la venta.

La salida del disco irá acompañada de una gira el próximo septiembre y ya tiene en mente la preparación de un nuevo disco con versiones de sus últimas producciones, grabadas en Italia en todos estos años.

Baglioni pertenece a la generación de baladistas, entre los que se cuentan Ricardo Cocciante, Drupi, Sandro Giacobbe, Giani Bella, Umberto Tozzi o Zucchero. El estilo por el que optó en sus comienzos respondía a un patrón basado en canciones de amor, de acento desgarrado, carácter urbano y letras que se mueven por el filo de la horterada, con predominio de la melodía, donde se impone la voz del intérprete. Pelo canoso, cazadora de cuero negra y pantalón blanco, Baglioni asegura en un castellano más que aceptable que lo que más le gusta es cantar con la gente enfrente. Hace seis meses puso punto final a una gira que le ha llevado por diversos países de la Europa del Este, pero además de publicar discos, ha trabajado en la televisión italiana y se ha licenciado en Arquitectura, "la pasión" que cultiva desde siempre. "Muchos de los escenarios en los que he actuado a lo largo de mi carrera han sido diseñados por mí, lo mismo si se trataba de campos de fútbol que de recintos más pequeños; en uno de los últimos subí a casi 500 personas al escenario", cuenta satisfecho.

Sus composiciones, dice, no han cambiado mucho con el paso del tiempo. De toda su generación, Baglioni es probablemente el autor más sólido, compositor de sus canciones, con gran capacidad de creación y dotado de una voz personalísima. Tuvo mucho éxito en España donde canciones como Sábado por la tarde, Y tú, Sólo o Señora mía sonaban en las radios y era uno de los preferidos en el tempo lento de las discotecas. Encontró rápidamente imitadores y versionadores entre los cantantes españoles que asumieron un modelo del que carecían, y que fue muy celebrado entre las adolescentes. "Creo que siempre he escrito la misma canción, buscando cada vez imaginar un modo de hablar con el público. He probado distintos estilos pero los contenidos siempre giran alrededor de la vida, la aventura, el vacío o la curiosidad por saber qué sucederá mañana. La música es un continuo viaje hacia adelante y hacia atrás, para saber, para curiosear", añade.

Baglioni tuvo ocasión de asistir a la gala de entrega de los Premios de la Música el pasado jueves en Madrid. "En Italia los músicos de distintos géneros, suelen mirarse de reojo, me ha impresionado ver que en España se llevan bien estilos tan diferentes como el jazz y el hip-hop", añade. Su idea es que el mundo atraviesa una crisis creativa que alcanza a todas las expresiones artísticas. "En el caso de la música, la crisis de las discográficas acabará dañando a los jóvenes valores".