El 'coche fantástico' lleva matrícula sueca
Empresas del país nórdico fabrican automóviles con mecanismos que reducen la probabilidad de accidentes
Llaves con alcoholímetros, morros blandos... La fabricación del coche inteligente cada día está más cerca. Las empresas suecas se emplean con éxito para cumplir un programa que se aplica en su país con el objetivo de acabar con las muertes en el asfalto. Se denomina Visión 0 y pretende que las infraestructuras y la tecnología palien los errores humanos. De momento, no van por mal camino. Han logrado que la tasa de víctimas por millón de habitantes sea de 59, mientras en España es de 130.
La ministra de Infraestructuras sueca, Ulrica Messing, es una gran defensora de la tecnología aplicada a la seguridad vial. En un encuentro organizado por la Asociación Nacional de la Carretera, afirmó que la tecnología "puede ser decisiva para salvar vidas".
Uno de los productos que pretende acabar con la mala costumbre de conducir con unas copas de más es el Alcokey, un diminuto alcoholímetro incorporado a la llave. Para encender el coche, primero hay que soplar y, si se supera la tasa de alcohol permitida, el vehículo se inmoviliza automáticamente. Ya se está probando en coches Saab y Volkswagen y valdrá 250 euros. Las autoridades suecas quieren que su uso sea obligatorio en 2012, con el fin de que los fabricantes se lancen cuanto antes a comercializarlo. También están estudiando que los conductores cazados ebrios instalen este dispositivo y que así no pierdan el carné de conducir.
El fabricante de camiones Scania ha diseñado unos camiones con un morro blando que absorbe la energía de un choque frontal, logrando que sobrevivan los ocupantes del otro vehículo si no van demasiado rápido.
Para acabar con el exceso de velocidad, la compañía Imita ha fabricado un dispositivo que avisa al conductor cuando sobrepasa los límites mediante una luz, un sonido o endureciendo el pedal del acelerador. Ya funciona en algunas ciudades europeas y canadienses. Pero para que su uso se extienda, las autoridades deben ponerlo al día creando un mapa con los límites máximos de velocidad en cada región, para que el sistema sea útil en cualquier parte.
Pero hay locos al volante, que no sólo van demasiado rápido sino que se saltan los semáforos. Para cazarlos, la compañía Sensys ha instalado radares en semáforos situados en zonas conflictivas, que hacen varias fotografías de gran resolución al vehículo, que permiten identificar al conductor incluso de noche. Lo fundamental "no es multar sino reducir la siniestralidad y que se informe a los vecinos adecuadamente sobre el proyecto", aseguró un portavoz.
Los sistemas telemáticos también pueden ser decisivos para salvar vidas. Ya se puede adquirir modelos de Volvo o BMW, con tecnología desarrollada por WirelessCar, que avisan solos al servicio de emergencias cuando se sufre un accidente. "Lo triste es que, como los conductores no se quieren gastar dinero en medidas de seguridad", en el modelo de BMW se ha incluido información meteorológica, bursátil, etcétera para comercializarlo con mayor facilidad, afirma un representante de WirelessCar. Pero, quizá, dentro de cuatro años no habrá que disfrazarlo. La Unión Europea estudia hacer obligatoria la instalación de estos sistemas en 2009.
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