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Entrevista:ANTONIO PASCUAL | Oncólogo

"Dejé Valencia por la falta de sensibilidad de Sanidad en cuidados paliativos"

El oncólogo valenciano Antonio Pascual López (Valencia, 1950) se ha destacado por su defensa y lucha de los derechos de los enfermos en fase terminal, o lo que es lo mismo, por la implantación de una red asistencial en cuidados paliativos para pacientes que viven sus últimos días. Lo acontecido en el Hospital Severo Ochoa de Leganés ha sacado a la superficie una de las viejas y reiteradas demandas del colectivo facultativo y ha proyectado a los especialistas que trabajaron sin éxito en esta labor.

El doctor Antonio Pascual representa la punta de lanza del personal sanitario que participó en esta infructuosa batalla en la Comunidad Valenciana. "Intenté intensamente impulsar en la medida de mis posibilidades el desarrollo de los cuidados paliativos. Sin embargo, encontré escaso interés y sensibilidad en las direcciones hospitalarias y en la Consejería de Sanidad", comenta. Pero su trabajo no pasó inadvertido para los responsables sanitarios de Cataluña, a la vanguardia en muchas áreas de la medicina, y lo ficharon para impulsar un programa de cuidados paliativos en el Hospital de Sant Pau de Barcelona.

"En el Malva-rosa se atendía a pacientes terminales en cuartos de cuatro camas"

Actualmente, la comunidad catalana dispone de la mejor red de cuidados paliativos del Estado mientras la valenciana es la autonomía con la peor asistencia sanitaria pública en esta área. Preguntado sobre cómo afrontan, entonces, los pacientes terminales sus últimos días en la Comunidad Valenciana, Antonio Pascual contesta: "Se enfrentan como pueden. Me gustaría destacar que muchos profesionales en servicios de oncología, en unidades domiciliarias y en atención primaria, realizan grandes esfuerzos por ofrecer la mejor atención posible. Sin embargo, creo que hay mucho por hacer", agrega.

Antonio Pascual, que ostentó de 2000 a 2003 la presidencia de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (Secpal), apunta que los recursos dedicados en la Comunidad Valenciana son "claramente insuficientes". Así, "existen grandes" diferencias entre la región catalana y la valenciana. Mientras la valenciana sólo tiene una unidad hospitalaria (en el Hospital Moliner), con 21 camas; Cataluña dispone de 50 unidades con 52+3 camas. Según recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de las sociedades europeas y española de cuidados paliativos, serían necesarias entre 75 y 100 camas por millón de habitantes. De manera que el servicio valenciano de salud precisaría de entre 400 y 500 camas.

Hace diez años, la Consejería de Sanidad valenciana diseñó el programa Palet, en un intento de mejorar la atención sociosanitaria de los pacientes ancianos, los enfermos crónicos y terminales. "Desgraciadamente se ha quedado en una declaración de buenas intenciones, incumplidas en su mayor parte", apostilla.

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Por ello, agrega: "Creo que el derecho de los enfermos a que su sufrimiento sea aliviado genera automáticamente un deber de la Administración sanitaria". A su juicio, uno de los fines de la medicina moderna es atender con eficacia y humanidad el número creciente de personas con enfermedades crónicas y con un alto nivel de dependencia. Este fin, según Pascual, es "tan importante" como las listas de espera quirúrgicas o las grandes inversiones tecnológicas. "Los escasos recursos actuales de cuidados paliativos hablan por sí solos. En el Hospital Malva-rosa atendíamos a pacientes en fase terminal en habitaciones de cuatro camas", indica. Además, en esos años, Sanidad no disponía de un protocolo en el caso de sedación de enfermos terminales.

En este contexto y mientras asumía la responsabilidad de la unidad de cuidados paliativos en este centro desde 1997, el experto recibió tres años después la propuesta de poner en marcha un programa de cuidados paliativos en el Hospital Sant Pau de Barcelona. "Me pareció un reto importante y digno. Atendemos a más de 500 nuevos pacientes por año y tratamos de exportar nuestro modelo a otros hospitales universitarios".

Y mientras continúan los ecos de la tormenta política desatada a raíz de los sucesos del hospital madrileño, la Consejería de Sanidad ha enviado un cuestionario interno a los hospitales valencianos para conocer de qué medios disponen actualmente en cuidados paliativos. Una iniciativa que interpreta el doctor como un síntoma "aparente" de desconocimiento de sus propios recursos.

Pascual concluye que como valenciano le gustaría que el Consell "analizara con detalle la situación y considerase una prioridad mejorarla".

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