Un coche bomba mata a 11 personas en una mezquita chií de Bagdad

La explosión de un coche bomba durante la oración del viernes junto a la mezquita chií de Subeih, en el barrio de Al Yadidah, sureste de Bagdad, ocasionó ayer la muerte de al menos 11 personas y heridas a otras 26. Según testigos presenciales, fue obra de un terrorista suicida, aunque el Ministerio de Interior iraquí no pudo confirmarlo. Por otro lado, el denominado Ejército Islámico en Irak difundió ayer dos vídeos en los que muestra cómo asesina a sangre fría a un superviviente herido del helicóptero derribado el jueves.

La explosión en la mezquita es parte de la oleada de violencia que sufre el país desde las elecciones generales del 30 del pasado enero, y desde las cuales aún no se ha podido formar Gobierno. El presidente iraquí, Yalal Talabani, expresó ayer su frustración por el retraso y subrayó que aún no existe una fecha para el anuncio del mismo. Talabani atribuyó la demora a las discusiones que existen sobre el reparto de las carteras ministeriales, respecto al cual no se ha llegado a ningún acuerdo después de tres meses.

Las mezquitas chiíes han sido objetivo frecuente de los ataques por parte de los insurgentes sunníes. En marzo pasado, un suicida con explosivos colocados alrededor de su cuerpo saltó por los aires en una mezquita de Mosul, al norte del país, matando a 40 personas y causando heridas a otras 60. En febrero, otras 100 personas murieron víctimas de ataques durante una fiesta religiosa de los chiíes. Pero quizá el atentado más sangriento fue el del 2 de marzo de 2004, cuando los insurgentes atacaron una mezquita en Bagdad y otra en Kerbala causando 181 muertos y más de 500 heridos.

Hallados 19 cuerpos

En otro ataque suicida con coche bomba contra un puesto de control al norte de Bagdad, al menos tres policías iraquíes murieron, según un comunicado del mando militar de EE UU, mientras que los cuerpos acribillados a balazos de 19 soldados iraquíes, secuestrados recientemente, fueron hallados en la localidad de Baiji, a 200 kilómetros también al norte de la capital.

Por otro lado, el denominado Ejército Islámico en Irak, que se atribuyó el derribo el jueves de un helicóptero civil búlgaro en el que murieron 11 personas, seis de ellas civiles estadounidenses, difundió ayer dos vídeos en los que se muestra con crudeza cómo asesinan a sangre fría a uno de los heridos en el ataque, informa Efe.

En una página islamista radical en Internet, los autores del atentado exhiben dos vídeos grabados por ellos mismos en los momentos posteriores al derribo de la aeronave en un terreno al norte de Bagdad. En el primero, grabado con mano temblorosa por uno de los atacantes, y entre gritos de "¡Alá es grande!", se muestran los restos calcinados del helicóptero y el cadáver también quemado de uno de los ocupantes del aparato.

El segundo vídeo se recrea en los restos desmembrados de otra de las víctimas y, segundos después, el camarógrafo se acerca hasta unos matojos en medio de los cuales yace una persona herida que implora ayuda. El herido, aparentemente un miembro de la tripulación búlgara, alto, fornido y vestido con un mono azul y guantes, pide al camarógrafo que le ayude a levantarse, extendiendo las manos hacia arriba y repitiendo en inglés "¡dame la mano!".

Las imágenes muestran cómo alguien le ayuda a incorporarse. Acto seguido, uno de los atacantes le grita que camine con las manos en alto y a continuación le dispara a quemarropa, causándole la muerte, entre los gritos de júbilo de los presentes, que corean otra vez "¡Alá es grande!". En el ataque contra el helicóptero, perpetrado con un misil tierra-aire, murieron tres búlgaros y seis estadounidenses, según confirmaron fuentes de la Embajada de EE UU en Bagdad. El helicóptero "fue derribado por fuego terrestre" en una zona entre Bagdad y Tikrit, a unos cien kilómetros al norte de la capital, según las fuentes.