Nadal 'revienta' a Calleri

Puro nervio. Rafa Nadal no para de moverse hasta oír game, set and match. Ayer, ante el argentino Agustín Calleri, en los cuartos de final del Trofeo Godó, ni siquiera dejó de dar botes cuando el juez de silla hacía el sorteo. "Cara", dijo mientras saltaba y veía cómo la moneda mostraba lo contrario. Se dio la vuelta acto seguido y realizó un esprint antes del peloteo.

En 2005 ha llegado a la final de Miami, ganado en Montecarlo -además de en Brasil y México- y, por el momento, es semifinalista en Barcelona. Después, viajará a Roma y Hamburgo para acabar en París, en Roland Garros ¿Podrá aguantar el tenista balear el ritmo si sigue pasando rondas como hasta ahora? ¿Llegará bien físicamente al grand slam parisiense?

"Calos Moyà lo ganó [1998] después de haber disputado y cosechado buenos resultados en los cinco torneos previos. Además, antes de Roland Garros hay una semana de parón. Rafa es joven [18 años], tiene mucha ilusión y, así, es más fácil aguantar", explica, con convicción, su tío-entrenador, Toni Nadal. Y añade: "Da igual que juegue un partido de fútbol que de tenis. Siempre lo da todo". Saca Calleri y Nadal, tensionado hasta el límite, le rompe el servicio en blanco.

Tal es la intensidad con la que Nadal vive el tenis que su entrenador, en su día, expresó cierta preocupación por la energía que derrochaba durante los partidos. "Ahora la va regulando poco a poco. Antes necesitaba más para ganar porque era menor que sus rivales e imprimía un punto menos de ritmo al juego", analiza Toni. Pero admite: "Es bueno que tenga esa excitación. Le ayuda a superar las adversidades". Nadal se impone en la primera manga a Calleri por 6-2.

"Me siento rápido, explosivo, con ganas de vencer aquí", explica el mallorquín. Y Toni, precavido, agrega: "Más que un ganador nato, el chaval es un luchador incansable. Y siempre se entrena a tope". Dos horas y media de tenis y otra de gimnasio y preparación física moldean su juego y su cuerpo, musculoso por naturaleza. "Él sabe que el esfuerzo no sólo le ayuda a mejorar, sino también a estar satisfecho consigo mismo", argumenta Toni. Ayer, a buen seguro que cuando Calleri le dio un abrazo porque se retiraba lesionado -una lumbalgia- lo estaba: "Me ha funcionado especialmente bien el revés y el drive", aseveró tras sumar su victoria 23ª, por dos derrotas, en lo que va de año en tierra batida: 6-2 y 3-0 en 53 minutos para Nadal, que luego se juntó con Feliciano López para tener acceso también a las semifinales de dobles. El checo Radek Stepanek será el rival hoy de Nadal, al que la posibilidad de ganar el Godó le hace "una ilusión especial": "Sería la culminación de dos meses increibles". Ya derrotó al checo en 2004 en el punto decisivo de la eliminatoria de los octavos de final de la Copa Davis. "Me siento muy bien mental y físicamente", insiste Nadal, que no jugará la próxima semana en Estoril y reaparecerá en Roma.

En la otra semifinal, el ruso Davydenko se medirá a Juan Carlos Ferrero, que volvió a maravillar ante el argentino Gaudio en un partido muy intenso, como corresponde a dos campeones de Roland Garros.

Cuartos de final: J. C. Ferrero-G. Gaudio (Argentina): 6-4, 4-6 y 6-3. N. Davydenko (Rusia)-M. Mirnyi (Bielorrusia): 6-4 y 6-4. R. Nadal-A. Calleri (Argentina): 6-2, 3-0 y abandono. R. Stepanek (República Checa)-S. Wawrinka (Suiza): 3-6, 6-3 y 6-2. Semifinales): Ferrero-Davydenko (13.00 horas, Teledeporte) y Nadal-Stepanek (15.30, La 2 y Teledeporte).