Eduardo Paolozzi, escultor, precursor del 'pop art' británico
El escultor Eduardo Paolozzi, uno de los artistas más destacados del arte británico del siglo XX, falleció ayer en Londres a los 81 años tras una larga enfermedad, según informó su familia a la agencia británica PA. Conocido por sus collages de los años cuarenta y cincuenta, en los que se adelantó a su tiempo en el interés por la iconografía de la sociedad de consumo y las estrellas de cine y, sobre todo, por sus esculturas semejantes a androides maquinistas, Paolozzi fue uno de los fundadores, junto a Richard Hamilton, del Independent Group en 1952, del que surgió el movimiento pop británico que fue anterior al americano en el tiempo, aunque finalmente fueron los artistas estadounidenses como Andy Warhol los que alcanzaron mayor renombre.
Hijo de emigrantes italianos, Paolozzi nació en 1924 en Leith, una población escocesa cercana a Edimburgo, ciudad que conserva el grueso de su obra gracias a una importante donación que realizó el artista en 1994, que se exhibe en la Dean Gallery. Estudió en el Colegio de Arte de Edimburgo, en la ST. Martin's School of Art y en la Slade School. Su primera exposición individual en la Mayor Gallery de Londres, en 1947, coincidió con su traslado a París, en donde vivió hasta 1949, conociendo a algunos de los grandes nombres del surrealismo y el dadaísmo, movimientos que están en la base de su obra, como Hans Arp, Tristan Tzara, Brancusi o Giacometti. La eclosión en aquel momento en París del art brut de Dubuffet fueron también una gran influencia en sus inicios. Durante su etapa parisiense ya mostró su interés por la cultura de masas, y en sus collages iniciales de la serie Blunk, que armó mucho revuelo en su momento, aparecen desde anuncios de aspiradores a personajes de cómic o artistas del celuloide. De vuelta a Londres inició su trayectoria como docente en artes aplicadas como el diseño textil o la cerámica, que continúo a lo largo de su vida. En la primera, la Escuela Central de Arte y Diseño de Londres, en la que ejerció hasta 1955, tuvo como colega a Richard Hamilton, con el que fundó en 1952 el Independent Group, un colectivo ligado al recientemente creado Instituto de Arte Contemporáneo (ICA) de Londres, con el que realizaron varias exposiciones en las que demostraban su interés por analizar la relación del hombre moderno en la nueva sociedad tecnológica. La más famosa fue This is Tomorrow, realizada en en 1956 en Londres, que tradicionalmente se considera el inicio del pop art británico. Tanto en sus dibujos, collages y grabados como, sobre todo, en sus esculturas, la tecnología es uno de los grandes temas de Paolozzi, que en gran parte de su obra analiza desde la fascinación o la ironía la nueva condición humana en la era de la máquina. Su obra escultórica, de la que en España hay un buen ejemplo con el monumento Homenaje a Gaudí, de Santa Cruz de Tenerife, evolucionó desde las formas casi robóticas de los años cincuenta y sesenta, con esculturas en las que en algunos casos incorporaba el movimiento y un colorido chirriante, hasta las formas más vegetales y ondulantes de sus últimos tiempos. Entre sus últimas obras figura un gran mosaico cerámico para la estación de metro Totenham Court Road, en pleno centro de Londres, ciudad en la que también puede verse su escultura pública Piscator en la plaza Uston Square. Autor de varios filmes experimetales y gran estudioso de las obras del filósofo Ludwig Wittgenstein, Paolozzi mostró su obra en los principales museos del mundo, en 1960 recibió el premio al mejor escultor de la Bienal de Venecia y en 1967 el galardón de la Exposición Internacional Carnegie de Pintura y Escultura contemporáneas de Pittsburg (Estados Unidos), entre otros galardones. En 1986, la reina de Inglaterra le otorgó el título de sir.
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