La rebeldía de Bebe y el magisterio de Paco de Lucía
La cantante extremeña y el guitarrista gaditano se reparten los Premios de la Música con cuatro galardones cada uno
Hubo empate. Bebe y su popular Pafuera telarañas y Paco de Lucía y su magistral Cositas buenas arrasaron anoche en la IX edición de los Premios de la Música. De Lucía, que no acudió a la gala, hizo pleno y se alzó con los cuatro premios a los que era candidato: Mejor Álbum Flamenco, Mejor Canción, Mejor Álbum y Mejor Técnico de Sonido.
La compositora y cantante extremeña partía como favorita con nueve candidaturas, pero se llevó a casa cuatro estatuillas nada desdeñables: Mejor Autor Revelación, Mejor Autor, Mejor Álbum Pop y Mejor Vídeo. "Estoy desbordada", aseguró al finalizar la gala que se celebró anoche en el Palacio Municipal de Congresos, de Madrid, y en la que no faltaron un recuerdo a Joaquín Luqui y alusiones a la piratería.
Abrió las actuaciones Bebe y cerró la gala el compositor Augusto Algueró, que recibió el Premio de Honor en reconocimiento a su trayectoria profesional. La rebelde, como algunos llaman a la autora de Malo, una canción sobre el maltrato a las mujeres, y el autor de piezas como Penélope o La chica ye-ye simbolizan dos momentos en la historia de la música española, que anoche se dieron cita en la entrega de los premios que concede anualmente la Academia de las Artes y las Ciencias de la Música.
Carlos Nuñez, por Carlos Nuñez y Amigos, y José Luis Encinas, por Guitarras de Shangai, recogieron los primeros galardones de la noche a la Mejor Música Tradicional y al Mejor Álbum de Nuevas Músicas. Con ellos quedó claró cómo iba a transcurrir la ceremonia: a los músicos se les pidió por carta que se ahorraran los discursos y dedicatorias a familiares y amigos para evitar que la gala se alargara demasiado y la verdad es que, salvo casos excepcionales, no era fácil hacerse con un micrófono, aunque Bebe se lo saltó a la torera y consiguió robar uno para dedicar su Mejor Álbum de Pop a "la gente que está tocando en la calle".
El escenario, inspirado en las calles y plazas de Madrid -se vieron imágenes de la Gran Vía, El Retiro y el Metro- parecía más pensado para el teatro que para una gala musical. Compartieron actuaciones, entre otros artistas, Josele Santiago, Carlos Núñez, Macaco, Jorge Drexler y Javier Krahe. Las actuaciones se alternaron con la entrega de premios en cada una de las 29 categorías convocadas por la Academia de la Música, tras un proceso de votación en el que han participado 5.000 electores. La gala, concebida por el director de escena José Carlos Plaza, duró dos horas y media.
En el año del Quijote no sorprendio que Cristóbal Halffter se llevara el Mejor Autor de Música Clásica por la ópera Don Quijote y que el Mejor Intérprete de Música Clásica fuera para el disco Don Quijote, interpretado por el Coro Nacional de España y la Orquesta Sinfónica de Madrid. "La composición de música clásica ha sido históricamente quijotesca", aseguró Halffter después de recoger el galardón en la sala de prensa. Tampoco fue una sorpresa que la banda sonora de Mar adentro se alzara con el premio dedicado a la mejor música de película. El director, Alejandro Amenábar, que no había sido nominado nunca en esta categoría, se mostró cauto. "No pensaba que le pudiera gustar a la gente mi faceta de músico independiente. La verdad es que nunca he pensado dedicarme a esto, necesito tener las imágenes delante para componer", añadió el cineasta tras bajar del escenario.
De los IX Premios de la Música se podría decir que estuvieron repartidos por parejas. Joan Albert Amargos -Mejor Edición de la Obra Músical Clásica y Mejor Arreglista- y Bebo Valdés y su Bebo de Cuba - Mejor Álbum de Jazz y el de Mejor Productor a Fernando Trueba-. También se fueron con estatuilla, Miguel Ríos y su 60 MP3 y Martirio y Chano Domínguez por Acoplados, Mejor Álbum de Rock y de Canción Española.
Además de los premios votados por los socios de la SGAE, se hizo entrega de los galardones especiales que la Academia de las Ciencias y las Artes de la Música concede con carácter previo a la celebración de la gala. Rocío Durcal, premio latino a toda una vida, no pudo recoger su galardón por encontrarse convaleciente de una operación. Su marido, Antonio Morales, y sus hijos declinaron recoger la estatuilla en su nombre y dejar que la artista reciba el premio personalmenre cuando se encuentre restablecida. No fue el caso de Juan Luis Guerra, que tocado con su tradicional gorra del revés, recogió el Premio Latino de Hono; Julieta Venegas el Premio Latino Revelación, el Café Central y Harlem Jazz Club el de la Difusión de la Música y Ojos de Brujo el premio a la Mejor Gira.
El miedo a grabar
Han pasado casi cinco años desde su anterior disco, La ciudad de las ideas. Vicente Amigo ya está habituado a que le recriminen su parsimonia: "Es verdad que no he tenido prisa. Ni prisa ni pausa: en mi casa hay un cajón de ocurrencias que irán saliendo... ¡O no! El arte no se mide por la productividad: Juan Rulfo sólo escribió un libro y ya bastó".
¿Puede ocurrir que el universo de la guitarra flamenca sea tan competitivo que sus creadores se lo piensen mucho antes de dar una obra por acabada? "Y no sólo con la guitarra. En el flamenco, te examinan en cada concierto, en cada disco. Están, estamos, con la escopeta cargada. Hay una actitud hipercrítica que llega a paralizarte: conozco a grandes de verdad que están acojonados cuando sacan un disco. Deberíamos ser más amables unos con otros, crear un clima que nos permita dar lo mejor de nosotros sin el pavor al qué dirán".
Particularmente, Vicente está lleno de buenos propósitos: "Quiero subir el ritmo, sacar un disco cada dos años. Me han quitado demasiado tiempo los trabajos para cantaores... No, lo de quitar es incorrecto: me gusta tanto el cante que no puedo echar la culpa a esas producciones". También va a poner en marcha un sello con V2, de nombre V2 Amigo. "Tenemos la obligación de dar una oportunidad a gente desconocida. El primer fichaje es Lin Cortés, alguien con ideas muy claras: en Córdoba le llaman 'el Lenny Kravitz flamenco', pero ese mote se le queda corto".
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