Antonio Cuart, empresario mallorquín
El abogado y financiero Antonio Cuart Ripoll será enterrado hoy en Mallorca, donde falleció el pasado miércoles a la edad de 81 años, después de una larga enfermedad.
Hombre de leyes y negocios, Antonio Cuart fue un activo inversor y promotor inmobiliario de grandes torres en la época del desarrollo turístico en el litoral. Hasta hace una década Cuart Ripoll participó en los consejos de las empresas Carburos Metálicos y Salinera Española.
En 1988, el Gobierno de Baleares, que presidía Gabriel Cañellas, del Partido Popular, concedió a un grupo que encabezaba Cuart la construcción y explotación del túnel de peaje de Sóller. Cañellas y Cuart coincidieron en el consejo de Salinera.
La crisis financiera de una firma de valores y de la propia concesionaria del túnel -que llegó a quebrar- destapó las tramas de dinero negro, el caso Sóller, el pago de 300.000 euros en comisiones al Partido Popular, que abonó Cuart tras lograr la adjudicación gubernamental.
El presidente Gabriel Cañellas y el secretario general del Partido Popular balear y consejero, José Antonio Berastáin, fueron obligados a dimitir por el presidente José María Aznar, en 1995, siendo juzgados por el Tribunal Superior de Baleares, que verificó un delito de cohecho, pero no les condenó por haber prescrito el plazo legal.
El Tribunal Supremo ratificó el auto y las autorías de los políticos e incluyó en la sentencia no condenatoria al empresario que dio las dádivas. En marzo de 1966, en una entrevista con este diario, Antonio Cuart afirmó sobre el caso Sóller y la caída de Cañellas: "No me siento aludido, tengo la conciencia muy tranquila", y destacó que la concesión del túnel fue ajustada. "Por qué iba a pagar [comisiones] si al Gobierno no le quedaba otro remedio que concederme el túnel".
En otro juicio por delitos diferentes, la Audiencia de Palma y el Tribunal Supremo le condenaron a nueve años de cárcel por falsedad documental y apropiación indebida de 1,5 millones de euros de las arcas de la empresa del túnel de Sóller. Su abogado, Joan Buades, evitó que entrara en prisión al lograr que los jueces admitieran la circunstancia de su grave enfermedad.
Antonio Cuart Ripoll participó en el consejo asesor regional de la Banca March y en el patronato de la Fundación Bartolomé March Servera, siendo uno de los confidentes del mecenas e hijo de Juan March Ordinas.-
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