El acceso a la Puerta del Sol estará vigilado por videocámaras a final de año

El mismo sistema de cámaras automáticas que se activará en el Barrio de las Letras "en algún momento del segundo semestre del año" -previo aviso del Ayuntamiento- será instalado en los accesos a la Puerta del Sol "antes de fin de año", según explicó ayer el concejal de Seguridad y responsable de Movilidad, Pedro Calvo.

Eso no supondrá, al menos en un primer momento, la retirada total de los agentes municipales que ahora impiden el paso a los vehículos privados, aunque sí se producirá una sustitución progresiva de uniformados por máquinas. El concejal de Seguridad asegura que la colocación de videocámaras no requiere permiso previo de la Delegación del Gobierno -como sí ocurrió cuando se pusieron en el Museo de Escultura al Aire Libre, bajo el puente de Eduardo Dato- porque éstas sólo enfocan a las matrículas y no graban a personas.

La extensión de las medidas de restricción al tráfico demuestran, dijo Calvo, "la apuesta del gobierno municipal por conseguir un centro urbano con menos tráfico, menos ruido, menos contaminación y más plazas de aparcamiento para residentes".

La concejalía ha comprobado que, desde que el Barrio de las Letras fue declarada área de prioridad residencial, el número de plazas verdes de aparcamiento (las reservadas a residentes) que permanecen libres durante el día se ha triplicado: de las 14 que quedaban libres, de media, en septiembre, a las 44 que se cuentan ahora. En todo el barrio hay 483 plazas verdes.

En cuanto al efecto de las medidas sobre el volumen de tráfico, se ha notado sobre todo en el entorno de la plaza de Santa Ana: 1.000 vehículos menos cada día. En la calle del Prado se ha reducido el tráfico en unos 500 coches diarios, pero en Atocha ha aumentado en idéntica cifra. Calvo también aportó los primeros datos sobre la repercusión del cierre al tráfico, hace un mes, del primer tramo de la calle de Alcalá: si antes entraban por ahí a Sol 11.728 vehículos privados diarios, ahora son 9.579 (un 18% menos). Pero el número de taxis ha crecido en casi 800 cada día. Así que el balance final es que el tráfico se ha reducido un 10%, aún por debajo del 15% que se anunció.