Lhasa regresa con sus canciones tristes e inquietantes

Desde su primer concierto el pasado verano en La Mar de Músicas, y la presentación de diciembre en Madrid y Barcelona, el trabajo de Lhasa no ha dejado de asombrar. Con tan sólo dos discos, La llorona (1997) y The living road (2003), que son intensos viajes interiores, esta cantante y compositora mexicano-estadounidense, de 32 años, logró despertar un interés inusual en los medios musicales europeos. Hoy inicia su primera gira por España con un concierto en A Coruña (teatro Rosalía de Castro).

Hija de una fotógrafa estadounidense y de un profesor y escritor mexicano, pasó su infancia viajando en un autobús de escuela convertido en hogar. Con tres hermanas, un perro, tres gatos, un loro, dos pajaritos y dos tortugas. "Mis padres tenían esa filosofía de vida que consiste en coger un coche y conducir hasta quedarse sin gasolina a ver qué pasa". Nació en el Estado de Nueva York, muy cerca de Woodstock, y hoy vive en Montreal, adonde llegó con 19 años para encontrarse con sus hermanas, que estudiaban en la Escuela del Circo. Venía de la Universidad de Santa Fe, Nuevo México -"me decepcionó porque la gente no era sincera, demasiado académica"-. En Quebec conoció al guitarrista y productor Yves Desrosiers. Durante cinco años estuvieron tocando en bares como Les Bobards o Le Quai des Brumes. Al principio cantaba con los ojos cerrados y las manos en los bolsillos ante gente que bebía y conversaba. "Me dije que no podía enojarme con el público porque no tenía obligación de escucharme. Yo era quien tenía que hacer que quisieran escucharme de verdad y no por cortesía. Creo que a la gente le llegas con la verdad de lo que expresas".

En 1997 grabó un primer disco, La llorona. Antes del segundo, decidió pasar un año en el pequeño circo en el que trabajan sus hermanas -"una es payaso, al estilo de Chaplin; otra, contorsionista y acróbata, y la tercera, funambulista"-. Necesitaba bajar a tierra: "La vida en el circo es muy difícil, sin glamour, a la vez que muy romántica". Lhasa de Sela, que siempre se ha sentido atraída por Chavela Vargas, Billie Holiday y Amália Rodrigues, canta en francés, inglés y español. "Cada canción viene de una chispa y ya está en un idioma. A partir de ahí sigo".

Hoy actúa en A Coruña (teatro Rosalía de Castro); el domingo 24, en Murcia (Auditorio); los días 27 y 28, en Madrid (San Juan Evangelista); el 30, en Gijón (teatro Jovellanos); el 1 de mayo, en Santiago de Compostela (Auditorio de Galicia), y el día 2, en San Sebastián (sala Gazteszena).