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El libro electrónico pasa de la euforia al desencanto

Mientras en EE UU, el 'ebook' crece un 25%, en España la parálisis es total - El aparato Sony LIBRIé emplea el papel electrónico

Diez años es toda una vida para una empresa de Internet. Aún más si se dedica a la edición digital. Badosa.com arrancó en 1995, al igual que Yahoo!, cuando en la Red había pocos sitios en castellano y menos aún de literatura. "Empezamos publicando microcontenidos inéditos de ficción y poesía porque la inmediatez es un rasgo de Internet. Con la aparición de los ebooks apostamos por la difusión de novelas, aunque susceptibles también de publicarse por entregas", cuenta su editor, Xavier Badosa.

En esta plataforma de difusión los contenidos son gratuitos: "Los internautas no están acostumbrados a pagar por contenidos y tampoco existe un sistema de micropagos (10 céntimos por leer un cuento) transparente, seguro, barato y generalizado". Badosa.com garantiza una audiencia al autor que desea ser leído, que cede su obra gratuitamente, pero retiene los derechos.

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BADOSA:

"La oferta es poco atractiva para un autor consagrado, pero resulta interesante para uno novel que esté dispuesto a experimentar con el medio y que quiera acercarse a sus lectores. También resulta atractiva para aquellos que, habiendo publicado en papel, han visto cómo sus obras desaparecían de las librerías y no se reeditaban".

La publicidad y las comisiones sobre ventas financian el mantenimiento de Badosa.com. "El resto, mediante la prestación de servicios a empresas y centros de formación", dice su propietario. Un modelo de negocio que les ha permitido sobrevivir "sin tener que buscar una rentabilidad inmediata a cada texto (reciben 20 al mes, pero publican uno) que se cuelga".

En sus 10 años de vida, Badosa.com ha visto cómo aparecían y desaparecían grandes proyectos y que el sector pasaba de la euforia al desencanto.

"El supuesto fracaso de los libros digitales sólo puede entenderse en relación con aquellas expectativas injustificadas", dice Badosa, que considera que "los ebooks no fueron una moda pasajera. Han llegado para quedarse. Asistimos a una revolución silenciosa cuyos frutos se verán en 5 o 10 años".

Las cifras de ventas son minúsculas (un millón de ebooks contra 2.000 millones de libros en Estados Unidos), pero crecen año tras año. En ese país, a finales de 2004 los ingresos aumentaron el 25% respecto al mismo periodo del año anterior, según el Open eBook Forum. Random House, Simon & Schuster y Penguin venden directamente. Incluso la Biblioteca Pública de Nueva York presta a sus socios miles de libros digitales desde noviembre.

El panorama español es distinto: pocos títulos disponibles, pocas ventas, ningún incentivo para convertir nuevos libros. Por ejemplo, El código Da Vinci ha sido el ebook más vendido en 2004 pero no está traducido al castellano en este formato. "En España la parada es total y las razones son diversas. El uso de agendas electrónicas es inferior, el número de lectores también y, además, la dimensión del mercado es tan pequeña que no justifica el esfuerzo de conversión", asegura Badosa.

'Softwares' y aparatos

El software de lectura de libros digitales tampoco ha sido mejorado en los dos últimos años. Cabe destacar la reaparición del aparato de lectura de ebooks Gemstar REB1100 con el nombre de eBookwise-1150 y la constitución del consorcio Open Reader para crear un formato de distribución que sea independiente del hardware y con estándar abierto.

En el último año han aparecido en Japón una diversidad de aparatos dedicados a la lectura de ebooks (Panasonic Sigma Book, Toshiba DCT-100 o Sony LIBRIé). El aparato de Sony es el primero que usa papel electrónico de E-Ink y Philips, "por desgracia, se basa en un formato propio que va a dificultar su adopción general".

Badosa fue el primero en ofrecer contenidos en castellano y catalán para Rocket Ebook, pero desde que en el año 2000 se presentó la versión de Microsoft Reader para ordenadores personales, adoptaron el formato para su biblioteca de libros electrónicos.

"Apostamos por Microsoft Reader porque cuando apareció era el mejor lector gratuito basado en el estándar Open Ebook (OEB). Es sólo para Windows, pero está disponible en agendas de mano, equipos de sobremesa y portátiles. Adobe Reader, por entonces, no se adaptaba a las agendas y además no está basado en el estándar OEB".

Apostando por Microsoft Reader, Badosa intentaba facilitar la migración a cualquier otro formato de distribución en el futuro; y contribuir a familiarizar al lector con los libros digitales (pueden probarlos en su propio PC descargándose un software gratuito), sin perder de vista que el lugar natural para el consumo del libro son los aparatos de mano. "Un libro es algo que se tiene en la mano, algo que debo poder llevarme al sillón, a la cama, o leerlo en el metro", dice Badosa. "El 80% de los libros digitales vendidos en EE UU se lee en aparatos de bolsillo".

BADOSA: www.badosa.com

Xavier Badosa.
Xavier Badosa.VICENS GIMÉNEZ

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