Un guardia civil muere tras ser arrollado por una hormigonera
El sargento viajaba con dos agentes que resultaron heridos
El sargento de la Guardia Civil Juan Francisco Caro Vinagre, de 38 años, murió ayer en un accidente de tráfico en el término municipal de Colmenar de Oreja. Un camión hormigonera se empotró contra el turismo camuflado en el que viajaban el fallecido y otros dos agentes del instituto armado. Estaban haciendo prácticas de vigilancia y persecución en un curso de especialización de Policía Judicial, según fuentes de la Dirección General de la Guardia Civil. Los otros dos ocupantes resultaron heridos grave y leve, sin que se tema por sus vidas.
Los hechos ocurrieron sobre las 12.35 a la altura del kilómetro 3,800 de la carretera M-318 (Aranjuez-Colmenar de Oreja). En ese punto se cruza con la M-320 (Villaconejos-Aldehuela), dentro del término de Colmenar de Oreja. Se trata de una intersección perfectamente señalizada, en el que los conductores procedentes de la M-320 deben reducir la velocidad a 40 kilómetros por hora a unos 200 metros y hacer un stop para cruzar la M-318 o incorporarse a ella. La visibilidad a mediodía de ayer era perfecta.
Las primeras investigaciones apuntan a que el chófer del camión hormigonera, un Mercedes Benz con matrícula M 1758 SC, circulaba correctamente por la M-318, cuando el conductor del Nissan Almera de la Guardia Civil, con matrícula 2621 BCV, se saltó el stop e irrumpió en la calzada por la que transitaba el camión. Los agentes de atestados del instituto armado estaban pendientes ayer por la tarde de confirmar este extremo.
Choque fronto-lateral
El choque se produjo de forma fronto-lateral y, dada la envergadura de la hormigonera, el Nissan Almera de la Guardia Civil quedó hecho un amasijo de hierros, en el que quedaron atrapados los tres agentes. Se trataba de un sargento instructor del colegio de Valdemoro y dos integrantes de la Unidad Central Operativa (UCO), la unidad de élite y de investigaciones de gran importancia del instituto armado.
El sargento de la UCO, que resultó herido menos grave, llamó desde su teléfono móvil al teléfono de emergencias 112 y contó lo que acababa de ocurrir. Al lugar se desplazaron varias unidades de bomberos y una UVI móvil del Servicio de Urgencias Médicas de la Comunidad de Madrid (Summa). A su llegada, comprobaron que el sargento instructor había fallecido en el acto, mientras que los otros dos ocupantes del Nissan Almera estaban heridos grave y menos grave, respectivamente. Mientras, el conductor de la hormigonera, de 48 años, resultó ileso, según fuentes del equipo de atestados de la Agrupación de Tráfico de Madrid.
Los bomberos se tuvieron que emplear a fondo para rescatar a las víctimas. El fallecido iba en los asientos posteriores, mientras que el cabo primero iba de copiloto, según las primeras investigaciones. Este agente presentaba una fuerte contusión en el pecho con posible afectación pulmonar, además de fractura de diversas costillas. Fue trasladado en un helicóptero sanitario al servicio de urgencias del hospital Doce de Octubre, en la capital. Sus constantes vitales eran estables y, salvo complicaciones, no se temía por su vida, según fuentes del caso.
El conductor, el sargento perteneciente a la UCO, resultó con lesiones de carácter leve, por lo que fue dado de alta en el lugar. El tráfico estuvo afectado en ese cruce cerca de una hora.
Un portavoz de la Dirección General de la Guardia Civil señaló que los tres agentes estaban haciendo prácticas de persecuciones y vigilancias dinámicas y móviles dentro de un curso de especialización de Policía Judicial. Los alumnos estaban destinados durante la duración del curso al colegio de Valdemoro.
El cadáver del sargento fallecido fue trasladado al tanatorio de Aranjuez, donde se le practicó la autopsia al mediodía. El cuerpo fue trasladado después al colegio de la Guardia Civil de Valdemoro, donde se instaló la capilla ardiente.
Casado y con dos hijos
Familliares del fallecido explicaron que Juan Francisco Caro ingresó en la Guardia Civil a los 18 años. Estaba casado y tenía una hija de cinco años y un bebé de pocos meses. Nacido el 11 de octubre de 1966, fue destinado a la Escuela de Especialización de Valdemoro en 1987. "Estamos pasando por momentos muy duros, porque nadie se espera que se produzca un accidente como éste", señaló Ángeles, la hermana del fallecido.
Este accidente se produce un mes y 10 días después de que seis guardias civiles que acababan de hacer un control antiterrorista en el kilómetro 73,400 de la autovía de Burgos (A-1), en Buitrago de Lozoya, murieran arrollados por Toader Iuian, un camionero rumano de 33 años que se durmió al volante. Los agentes estaban recogiendo la señalización del control. Algunos de ellos estaban dentro de los vehículos dadas las bajas temperaturas que hacían, unos ocho grados bajo cero. El tráiler pasó por encima de los todoterreno.
El camionero transportaba una carga de tubos de acero procedentes de Bilbao y con destino a Toledo. Cinco de las seis víctimas murieron en el acto, mientras que el sexto falleció tras permanecer dos días en la unidad de cuidados intensivos (UCI) del hospital La Paz.
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