Un tribunal de arbitraje de Moscú ordena el embargo de la mayoría de los activos de la petrolera Yukos
El Tribunal de Arbitraje de Moscú ha ordenado el embargo de la mayoría de los bienes que todavía tiene Yukos, la petrolera del encarcelado magnate Mijaíl Jodorkovski. El embargo se produce por la demanda de su ex filial Yuganskneftegaz, compañía que extraía más del 60% del crudo de Yukos, ahora perteneciente a la estatal Rosneft, que acusa a su ex matriz de haberle obligado a venderle crudo con precios muy por debajo del mercado.
Detrás de esta demanda está Rosneft, que, tras hacerse con Yuganskneftegaz en una polémica subasta, ahora quiere rebajar la factura de la compra en los tribunales aduciendo que le entregaron una compañía endeudada artificialmente.
La suma que Rosneft exige de Yukos asciende a 163.100 millones de rublos (4.512,8 millones de euros) por "ganancias no obtenidas debido a la venta del crudo de Yuganskneftegaz a precios rebajados".
Según la decisión judicial, la petrolera no podrá realizar ninguna operación con las acciones de sus principales productoras, Saramaneftegaz y Tomskneft, así como también de la Compañía Petrolera Oriental o VNK, las refinerías de Sizransk y de Achinsk, la Compañía Gasopetrolera de Siberia Oriental, la Compañía Petroquímica de Angarsk, Tambovnefteprodukt e Irkustknefteprodukt.
Yuganskeneftegaz, que era la joya de la corona de Yukos, fue vendida en una subasta apañada a una firma fantasma, la cual poco después fue comprada por la estatal Rosneft, que está en proceso de fusión con Gazprom, el monopolio del gas ruso. La venta fue realizada por orden del Ministerio de Justicia para cobrarse parte de la multimillonaia deuda tributaria que tiene Yukos después de las revisiones realizadas por el Servicio Federal de Impuestos. La petrolera de Jodorkovski perdió todas las apelaciones que interpuso.
Próximo juicio
El embargo de los activos de Yukos fue dictado como medida preventiva y la causa sobre la demanada puesta por Yugansneftegaz comenzará a verse el 25 de abril próximo, dos días antes de que se dicte sentencia en el juicio contra Jodorkovski. El fiscal ha pedido diez años de cárcel para el magnate ruso, la máxima pena posible para los delitos que le imputan. Mientras tanto, es probable que inmediatamente después de que el juez dé su veredicto sobre las acusaciones que pesan sobre Jodorkovski y su socio, Platón Lébedev, la fiscalía abra una nueva causa contra ellos y los acuse de lavado de dinero y fraude por unos 4.000 millones de euros.
Estos delitos habrían sido cometidos por Jodorkovski y Lébedev al aplicar un esquema de venta del crudo a través de una cadena de intermediarias. Así lo explicó uno de los abogados del magnate ruso al prestigioso diario Izvestia. Según la fiscalía, la venta era ficiticia y el objetivo de ese esquema era robarle parte de las ganancias a la firma extractora.
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