Una novela negra caricaturiza el mundo literario de Mallorca

"Yo paso un gustazo escribiendo, me divierto mucho. Reivindico la pasión de escribir y rechazo el sufrimiento del autor". En su "novela negra con escritores" Cartes que no lliguen (Hiperdimensional), el periodista, poeta y narrador Sebastià Bennasar (Palma, 1976) asesina en la primera página a la autora mediática de identidad imaginaria, Maite Patricia Jordà, cuyo cuerpo aparece flotando en una piscina de Raixa con "los cabellos libres como si fueran anguilas".

En las 164 páginas del libro que se presentó ayer en Palma se suceden hasta 11 crímenes, muertes violentas bajo códigos y referencias literarias, con pretensión de ironía, sarcasmo y denuncia. El observador detective que juega con el lector apunta hacia la corrupción en el sistema de los premios "que se anuncian antes de entregarse, los editores que se rinden, los propagandistas de sí mismos y propaladores de su éxito".

Bennàsar no enmascara la personalidad de los protagonistas que pretende asaetear u homenajear porque sus iniciales y descripciones los hacen reconocibles. Tampoco esquiva los ámbitos editoriales y los círculos gremiales y de clubes.

En Cartes se investiga a un criminal en serie y el autor -que es cronista de la sección de Cultura del Diari de Balears- va a medias con un policía, una médico forense y una periodista cultural.

A los 28 años, el escritor afirma que quiere romper "con la tradición de novelar obsesivamente desde hace medio siglo la Guerra Civil" y se distancia de "los literatos que confiesan que sufren mucho al escribir o que son capaces de estas cuatro horas en un bar debatiendo sobre la hondura de uno de sus versos. Que lo dejen porque hacen sufrir al lector".

Con un estilo de intención directo y pose nada compuesta -es rudo, divertido y pesa más de 100 kilos- Sebastià Bennàsar caricaturiza las banderías del mundo cultural. "En Mallorca se topan dos escritores y ya están enfrentados, en dos o más bandos; son como los taxistas".

En la página 26 del libro sitúa la muerte en un hotel de Valencia de Brauli Martorell "representante por excelencia de la escritura gay del país". Veinte páginas después deja en pleno Born la cabeza decapitada de Frederic Martí "presidente del gremio de editores de Baleares" y en la página 77 larga el cadáver del "editor Llorenç Morey, que ha sido asesinado a golpes de Colmillo blanco de Jack London".

Ser escritor en Mallorca "es una profesión de riesgo", recalca. Junto a los cuerpos de las víctimas noveladas se hallan poemas de Fernando Pessoa y una carta de naipes. La trama de letras, misterios y sangre está encadenada.

Esta es la tercera obra narrativa de Bennàsar, que la describe bajo un aire gore e influencias del cineasta Quentin Tarantino. "A mí me han impactado más Reservoir Dogs y Pulp Fiction que muchos libros", concluye el escritor.