18 jardines con estilo propio
Esta espaciosa zona verde que crecerá alrededor del anillo olímpico esconderá diferentes tipos de paisajismos. El parque incluirá en su interior espacios divididos por setos de encina, que albergarán 18 jardines, cada uno de ellos con estilo propio. Tendrán diferentes formas -rectangular, circular y trapezoidal- y superficies de alrededor de los 2.500 metros cuadrados.
El cinamomo, un árbol de sombra agradable, presidirá la zona de recreo y descanso que incluirá los juegos infantiles en un extremo, y un bar, en el otro. Ambas áreas estarán separadas por un tapiz de césped. En la zona de los juegos infantiles, que se levantará sobre una base de arena, unos setos de encina harán de separadores.
El segundo modelo de jardín previsto se compone de una gran pérgola que acogerá las entradas al recinto deportivo. La pérgola está compuesta por pilares de hormigón de forma irregular, en cuya base serán plantadas glicinas. A ambos lados de la pérgola se situarán hileras de olmos. Los árboles serán plantados al borde de un tapiz de césped.
Una serie de gradas recubiertas de césped que bajarán hasta un rectángulo con pavimento de terrizo plano situado a nivel inferior y carente de vegetación donde se situarán bancos componen el tercer modelo. Los árboles elegidos para esta zona son manzanos silvestres, una especie de pequeño tamaño, con floración a principios de la primavera.
Hilera de tilos
El cuarto modelo de jardín es el que está compuesto por una gran lámina de agua en el centro. En el interior, el desnivel se resuelve creando unos taludes cubiertos de césped. Este espacio se realzará con una hilera de tilos de hoja pequeña, en la superficie de terrizo que rodeará el agua. Se trata de un buen árbol de sombra que se adapta fácilmente a las ciudades. Debajo de él se distribuirán los bancos.
Un jardín laberíntico es el quinto modelo propuesto en este proyecto verde. Está concebido como divertimento de niños, a la vez que para la contemplación. A un nivel inferior se formará un laberinto de arrayanes. La diferencia de cota se salvará con un talud de césped, que permitirá contemplar el laberinto en su totalidad. Allí serán plantados cerezos.
"La propuesta de vegetación para resolver el espacio que genera un aparcamiento de estas dimensiones ha sido la de considerar este espacio como una trama hortícola", señalan los arquitectos. Se plantarán hileras de árboles de porte columnar y gran tamaño, que dividirán el espacio en zonas independientes. Con ello se consigue subdividir visualmente la gran superficie. El árbol identificador será el chopo lombardo, que tiene la característica de que es muy estrecho.
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