Santiago y Luis Auserón recuperan grandes clásicos del 'rock and roll'
Ambos músicos comenzarán su gira 'Las malas lenguas' el 6 de mayo
Santiago y Luis Auserón, fundadores de Radio Futura, preparan juntos un nuevo proyecto musical, Las malas lenguas, en el que ambos recuperan temas clásicos del pop y el rock de los años cincuenta a los setenta. Desde el próximo 6 de mayo realizarán una larga gira por toda España. Empezarán ese día en Valencia y seguirán por Zaragoza (11 de mayo), Barcelona (14), Madrid (20) y muchas más ciudades hasta el fin del verano. Aunque aún no lo han decidido, en otoño Las malas lenguas podría convertirse en disco.
Son las cuatro y media de la tarde y siete músicos toman posiciones en un espacioso y acogedor local de ensayo situado en el barrio madrileño de Carabanchel. Seis de ellos se disponen en semicírculo y el cantante se sitúa frente a ellos, haciendo las veces de director de orquesta. El solista es Santiago Auserón y marca la intención y los compases de entrada de un viejo blues de Robert Johnson, Love in vain, pero que ahora, merced a una concienzuda labor de adaptación al castellano, se ha transformado en Amor en vano. Es precisamente esta canción la semilla del proyecto Las malas lenguas tour, que llevará por toda la geografía española a los dos ex componentes de los míticos Radio Futura: Santiago y su hermano Luis.
"El proyecto arrancó realmente en la gira Kiko Veneno y Juan Perro vienen dando el cante (1993)", cuenta Santiago, "que fue cuando decidimos que merecía la pena traducir temas que nos habían gustado a Luis y a mí desde críos y ver qué resultado podían dar en castellano". En aquella gira ya sonaron precisamente Amor en vano y la respuesta de los espectadores fue inmejorable.
Frente a Santiago, toca el bajo su hermano Luis, cincuenta por ciento de este proyecto cuya raíz se plantó en familia en los lejanos tiempos en los que no existía la palabra movida: "Lo interesante de este material es que fue el que nos condujo a hacer Radio Futura. Ya convivía con nosotros antes y era nuestra obligación sacarlo a relucir". Un tema tras otro, la banda, con intérpretes tan experimentados como Vicente Climent a la batería o la vocalista Sheila Cuffy, va entretejiendo el repertorio.
Dice Santiago que "este proyecto supone una ampliación del periodo memorizable en música. Es conservar activos de la memoria que pertenecen a estados anteriores y que ahora están diluidos". Para Luis, "la intención es recordar la utilidad del rock; una utilidad revolucionaria, si se quiere llamar así, que podía transformar tu vida". Santiago señala, sobre las adaptaciones al castellano: "Hemos intentado ser bastante fieles, aunque hay que tomarse ciertas licencias para que las canciones suenen bien. Pero lo que cuentan las músicas y las letras es indudablemente pre-new wave. Esto es deliberado. De hecho, rechazamos hacer versiones de canciones de The Clash, The Ramones, The Cure o el afterpunk".
Lentamente van pasando las horas y el grupo pelea para hacer que el Soul love de David Bowie, que aquí se llama Amor oscuro, cuadre con su traslación a la lengua de Cervantes. Tanto esfuerzo para tocar canciones de otros es el reflejo de una tradición que en España tiene, para Santiago Auserón, todo el sentido: "Estamos recogiendo una tradición que en los sesenta en España se desarrolló muy brillantemente con nombres como Lone Star, Los Salvajes o Bruno Lomas, entre muchísimos grupos y artistas. Nosotros, como muchos músicos españoles, comenzamos escuchando aquellas versiones y cuando llegamos a los originales seguimos flipando todavía más con esos temas. Ahora Luis y yo necesitábamos renovar aquella sensación".
Un repertorio de lujo
Todos aquellos a quienes gusta el rock and roll de una manera ecléctica y saludable están encantados, porque, aparte de Amor en vano y Amor oscuro, de Robert Johnson y David Bowie, respectivamente, los Auserón están ensayando un repertorio que incluye Tristeza de verano (Summertime blues), de Eddie Cochran; Las malas lenguas (I heard it through the grapevine), de Barrett Strong y popularizada por Marvin Gaye; Suéltame (Set me free), de The Kinks; Duro de pelar (Hard to handle), de Otis Redding; Cantos de redención (Redemption song), de Bob Marley; Quién lo iba a suponer (You never can tell), de Chuck Berry; Todos juntos sobre mí (Come together), de The Beatles; Ya es domingo (Sunday morning), de Velvet Underground; Busco y destruyo (Search & destroy), de Iggy Pop; Hotel del dolor (Heartbreak hotel), de Elvis Presley; Balada de un hombre flaco (Ballad of a thin man), de Bob Dylan; Corazón de Oro (Heart of gold), de Neil Young; Luchador de la calle (Street fighting man), de The Rolling Stones, y Por un hechizo (I put a spell on you), de Screamin' Jay Hawkins, entre otros temas míticos.
Como ambos hermanos afirman, la selección está circunscrita a un periodo que va desde 1955 hasta 1975, a excepción del tema de Johnson, que es de los años treinta. Pero, aparte de otras versiones que aún están "a prueba", no descartan algunos temas sorpresa para hacer que el espectáculo interese no sólo a los rockeros de corazón, sino también a todos aquellos que vienen siguiendo la carrera de los dos músicos desde sus inicios, hace más de veinte años. Y todo ello, de momento, será sólo en directo.
Babelia
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