"Nos faltan proyectos para poder pedir dinero a Madrid"

Miquel Valls Maseda (Barcelona, 1943) preside la Cámara de Comercio de Barcelona desde hace dos años y, como ya hizo a poco de llegar al cargo, sigue reclamando de los poderes públicos más inversión en infraestructuras, pero también en formación. Se muestra satisfecho con la gestión del tripartito y reclama más definición del Ministerio de Fomento.

Pregunta. ¿Le consta la existencia de comisiones en la adjudicación de obras públicas?

Respuesta. Ni me consta ni me ha constado nunca.

P. ¿Cómo evalúa la gestión que ha hecho el Gobierno catalán de la crisis del Carmel?

R. Considero positiva la gestión del consejero Nadal.

P. ¿Ve preocupación entre el empresariado por el clima de crispación política?

"Las empresas catalanas deben concentrarse, y en todos los sectores"

R. Hoy por hoy, no

P. A mediados de 2003, la cámara criticó la pérdida de peso de la economía catalana. Tras poco más de un año de tripartito, ¿cree que se están poniendo las bases para un cambio?

R. La cámara es independiente. Nosotros fuimos críticos con la situación, no con un Gobierno. Nos pareció que era importante hablar en serio de que el modelo de crecimiento estaba agotado. Unas cuantas instituciones, algunas patronales y los sindicatos coincidieron en un análisis general. Entonces se abrió un periodo de reflexión y estoy satisfecho de cómo han ido las cosas. El acuerdo de competitividad es muy positivo. Este año se ha trabajado, y bien, en el diagnóstico de la situación y en poner las bases, en pensar a largo plazo, en las reglas y el campo de juego. En un mundo globalizado, la sociedad empresarial debe saber adónde va.

P. La mitad del dinero que costará este pacto de competitividad irá a carreteras. ¿No se hubieran hecho igualmente?

R. Seguramente sí se hubieran hecho, pero hay que considerar estas infraestructuras dentro de un marco. El pacto es un punto de partida. Gobiernos, cámaras, patronales y sindicatos somos conscientes de que debe cambiar el modelo de crecimiento. Y debe hacerlo sobre tres pilares: infraestructuras físicas; capital humano, o educación y formación, e I+D, el conocimiento. Esto va contra un modelo basado en la construcción y el consumo.

P. La inversión para las infraestructuras de Cataluña del primer presupuesto de Zapatero ha ido ligeramente a la baja. La cámara cuantificó este déficit histórico en 5.800 millones. ¿Qué opina?

R. Hemos hablado con los negociadores de los presupuestos en Madrid, que han mejorado las cosas hasta llegar al 16,5% del PIB, aunque no llegamos al 18,5% que pedíamos para relacionarlo con nuestro peso en la economía. Pero en la negociación surgieron temas cruciales. En Madrid se nos dijo que en Cataluña faltaban proyectos ejecutivos para financiar. Es decir, que aunque hubiera más dinero disponible, carecemos de proyectos en los que invertirlo. Esto es una importante asignatura pendiente. Habrá que saber qué proyectos tiene la delegación en Cataluña del Ministerio de Fomento para 2006. El proceso desde que se decide una inversión en infraestructuras hasta que se hace dura 13 años, y para ese año hay presupuestados para Cataluña unos 2.800 millones, aproximadamente, pero hay que tener en cuenta que los presupuestos llevan una media de ejecución en los últimos 20 años del 70% al 75%.

P. ¿Y la Generalitat?

R. El Departamento de Política Territorial sí está haciendo los deberes y tiene proyectos. Debemos empezar ya a gestionar los proyectos ejecutivos y de gestión para las obras de 2006. Si queremos llegar al 18,5%, deberemos tener proyectos sobre la mesa del orden de 3.500 o 4.000 millones.

P. La cámara ha alzado la voz contra el déficit en inversión pública en formación.

R. Nos preocupa la enseñanza básica. El déficit de inversión respecto del resto de España y de Europa se centra en eso, desde las guarderías hasta la formación profesional. ¿Qué pasa? ¿Por qué no hay dinero? ¿Por qué no están motivados los maestros? Debemos motivarles, ponerles en su lugar. Es una obligación del Gobierno. Paguémosles lo que se les debe pagar y démosles la capacidad de gestionar y ordenar las escuelas.

P. Hay quien acusa a los empresarios de quejarse y no apostar por la I+D, no abrir el capital, no obsesionarse por crecer.

R. Creo que el espíritu emprendedor en Cataluña es líder, aquí aún se crean más empresas. Es cierto que hay mucho individualismo. ¿Cómo podemos cambiar esta realidad? El Gobierno central debe dar facilidades fiscales y de otro tipo para que se gane dimensión, sin intervenir. La internacionalización sí está funcionando. Cataluña tiene la economía más abierta de España. En la innovación, hay que resolver la falta de colaboración entre la universidad y la empresa pequeña y mediana.

P. ¿Hace falta un proceso de concentración de empresas en la economía catalana?

R. Creo que sí. Deben concentrarse y en todos los sectores. Desde la farmacia hasta el agroalimentario. Para moverse en una economía global, todos los sectores necesitan ganar dimensión. Tenemos empresas líderes mundiales porque en sus segmentos de mercados han sido capaces de situarse en un primer nivel. Esta mentalidad será difícil de cambiar, pero debería ir entrándole al empresario.