Radiografía de un líder acosado

Los problemas del Barça parecen la consecuencia de una fórmula táctica fotocopiada por cada uno de sus adversarios desde que se enfrentara, y cayera, ante el Chelsea. Es como si el rastrillo de Makelele, los pases largos de Lampard y las carreras de Cole le hubiesen arrebatado el fuego sagrado. El técnico del Chelsea, José Mourinho, aparece como el descubridor de una fisura por la que han golpeado el Betis y el Real Madrid hasta abrir una vía de agua. Los técnicos consultados en España, sin embargo, piensan que no. Quique Sánchez Flores, Vanderlei Luxemburgo, Arrigo Sacchi, que no ejerce en la actualidad, y Llorenç Serra Ferrer coinciden en que el Chelsea no ha sido el causante de la crisis ni Mourinho el descubridor de una fórmula decisiva. Al Barça, dicen, nadie le fabricó las deficiencias. Se le generaron solas.

"Acusa el peso de la temporada y, cuando pierde la pelota, respira", reflexiona Serra Ferrer

"Cuando Márquez sube, Xavi baja. Y lejos del área Xavi no es peligroso", sostiene Luxemburgo

Sacchi tiene para el equipo de Raijkaard una sentencia breve: "La presión camuflaba sus carencias defensivas". "Hasta hace un par de meses", explica el director de fútbol madridista, "los defensas del Barça no se vieron agobiados porque su centro del campo y sus delanteros hacían una presión muy fuerte sobre el inicio del juego del rival. En esto, Deco y Eto'o han sido sus hombres más importantes. Pero ahora el Barcelona ha perdido agresividad, ha perdido frescura, parece cansado. Como esa presión ha dejado de hacerse, los rivales han tenido más el balón y los defensas se han visto obligados a defender. Y en mi opinión, el Barça defiende peor que el Madrid, individual y colectivamente".

El entrenador del Getafe, Quique Flores, que acude hoy al Camp Nou, llega a una conclusión similar. "No creo", explica, "que a la defensa del Barça le pase algo especial. Pero le han atacado más de lo habitual. Estaban acostumbrados a tener mucho la pelota y a atacar mucho. No están acostumbrados a que les lleguen desde tan lejos, porque realmente el Barcelona es un equipo que presiona mucho adelante y apenas da opción a los puntas y los interiores a salir".

Quique ha repasado las jugadas de Duff, Cole, Joaquín, Oliveira y Owen. "Los jugadores veloces", asegura el técnico, "son los que básicamente pueden hacer daño al Barça". El entrenador valora el contragolpe como arma para hurgar en la debilidad. Y, como Sacchi, apunta que la causa de este déficit se sitúa en la pérdida del balón: "Le resulta muy duro que le quiten la pelota. O, al menos, que se la quiten más tiempo del que ellos piensan".

Serra Ferrer opina que las lesiones de Motta, Gabri y Edmilson han hecho estragos en la plantilla: "A diferencia del Barça de la primera parte de la Liga, este equipo se ve que acusa el peso del campeonato. Las lesiones lo han mermado". Serra hace una pausa y se pregunta: "¿Por qué se nota esto? Porque a principio de temporada era un conjunto que siempre empezaba el trabajo para recuperar la pelota en la misma zona donde la perdía. Ahora no. Ahora, cuando pierde la pelota respira. Se detiene y dirige la presión adonde esté el balón".

La fórmula de Mourinho, el contragolpe a partir de un medio campo fuerte con un lanzador preciso y un par de delanteros veloces que aprovechen las bandas, pareció reproducida por el Betis y el Madrid. Donde el Chelsea contó, para contener, con Makelele, el Betis puso a Arzu y el Madrid a Gravesen; y si el Chelsea dispuso del pase largo de Lampard, el Betis tuvo a Assunçao y el Madrid a Beckham. En los extremos, Mourinho exhibió dos balas: Duff y Cole. El Betis no tuvo menos: Joaquín y Oliveira. Y el Madrid, aunque lejos de la cal, tampoco: Ronaldo y Owen.

El entrenador madridista, Vanderlei Luxemburgo, asegura que su plan de juego el domingo pasado no se fundamentó en el partido del Barça en Inglaterra. "Fue interesante para ver algunos detalles", dice, "pero analizamos otros siete partidos. No creo que Mourinho aporte una idea completamente nueva".

"A nosotros nos benefició la manera en que Márquez saca el balón, porque sube mucho", prosigue Luxemburgo. "Cuando Márquez sube, Xavi baja. Y tan lejos del área, Xavi no es peligroso. En realidad, que no jugara Deco nos dio una ventaja porque Deco hace muy bien la recuperación. Sin Deco, con Márquez arriba y con Xavi haciendo mucho trabajo sin pelota, nosotros pudimos aprovechar los espacios gracias a que Raúl se metía en la espalda de Márquez y obligaba a la defensa del Barça a jugar en inferioridad contra Ronaldo, Owen y Zidane".

El Madrid jugó al contraataque y Luxemburgo asegura que formó parte de un trabajo premeditado. Para Quique, el Barça invita al contragolpe de forma natural. "Porque", reflexiona, "suben muchos futbolistas y los de atrás, como el desgaste físico es muy acusado, no regresan al sitio. Pero para aprovecharse de esto no basta con copiar al Chelsea. Hay que tener en cuenta que los equipos que lo han vencido han sido el Chelsea, el Betis y el Madrid, con una calidad en el medio del campo enorme".

Ante el Barça, el contragolpe, según Serra Ferrer, es inexorable. Su Betis ya le ganó en la primera vuelta (3-1) y le empató hace pocas fechas en el Camp Nou (3-3) en un polémico encuentro que se igualó al final. "No creo que le hayamos cogido el truquillo", subraya Serra. "Al Barça no se le puede ganar de otra manera que no sea jugando a la contra. Porque es un equipo que siempre es más contundente que el rival y eso hace que juegue en campo de éste. No creo que el Madrid jugara deliberadamente enculado. Es que el Barça no te deja hacer otra cosa".

"Al Chelsea, por su filosofía de jugar cerca de su área, el contragolpe le viene bien", dice Serra; "pero el Madrid no se siente cómodo si no tiene el balón. De hecho, en el Bernabéu el Madrid sólo fue mejor en un concepto: la rentabilización de las ocasiones. El partido fue del Barça. Sólo sé de un equipo que sea capaz de encerrar a todos los rivales en su campo por calidad y volumen de juego: el Milan. Y en la eliminatoria de la Champions, el Barça arrolló al Milan".

Han elaborado esta información: Diego Torres, Luis Martín y José Marcos.