La sombra de Batasuna marca el fin de la campaña
Ibarretxe aspira a implantar su plan y el PSE vaticina el cambio en Euskadi
La campaña electoral vasca finaliza marcada por la participación en la sombra de Batasuna, que pide el voto desde hace siete días para el Partido Comunista de las Tierras Vascas, algunos de cuyos dirigentes salieron de la formación radical independentista. Los nacionalistas de PNV-EA temen que la influencia de Batasuna -que logró siete escaños en las últimas elecciones- les aleje de la mayoría absoluta a la que aspiran para forzar al Gobierno central a negociar el plan Ibarretxe. Los socialistas, mientras, vaticinan un cambio político en Euskadi.
El candidato socialista, Patxi López, proclamó ayer que si logra presidir el próximo Gobierno vasco que salga de las urnas, "nunca más volverá a ocurrir semejante traición a las señas de identidad política de Euskadi", en alusión al plan Ibarretxe.
Los populares insistieron en sus críticas al Gobierno socialista por no impugnar la lista de los comunistas vascos. El presidente del PP, Mariano Rajoy, dedicó ayer toda su agenda política a la campaña electoral vasca e insistió en las críticas al PSOE por "no haber impedido que ETA esté presente en el Parlamento vasco", en referencia a los comunistas vascos. Rajoy pidió el voto para el PP con el objetivo de "frenar el plan Ibarretxe" y atacó al presidente del Gobierno con virulencia: "Zapatero es el peor de los nacionalistas".
Juan José Ibarretxe finalizó en Bilbao su campaña electoral acompañado por los gritos de "independencia" de los cerca de 5.000 simpatizantes de PNV y EA que acudieron al último mitin. El lehendakari recordó que la candidatura que encabeza necesita la fuerza de los votos el próximo domingo: "La coalición PNV-EA ha sido quien ha puesto a este país a las puertas de la decisión y de la negociación. El futuro lo vamos a decidir todos, hayamos nacido donde hayamos nacido. El futuro de este pueblo se decide aquí".
