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Los liberales presentan una dura reforma fiscal como la auténtica alternativa a Blair

Los liberales-demócratas de Charles Kennedy situaron ayer una agresiva propuesta de reforma fiscal en el centro de su oferta electoral, con la que aspiran a ser "la auténtica alternativa" al Nuevo Laborismo. Espoleados por las encuestas, que les dan un 22% de intención de voto que constituiría un récord, los liberales han sabido explotar su posición siempre contraria a la invasión de Irak, sin los titubeos oportunistas del conservador Michael Howard. Pero sus propuestas económicas, claramente a la izquierda del Nuevo Laborismo, limitan su crecimiento.

A los comicios del 5 de mayo se presentan con la oferta de subir al 50% el tipo máximo del impuesto sobre la renta para los contribuyentes con ingresos superiores a 100.000 libras anuales (150.000 euros en números redondos). Esa sería la única subida impositiva y según Charles Kennedy afectaría sólo al 1% de los contribuyentes pero beneficiaría al 100% y permitiría aumentar la recaudación del IRPF en cerca de 40.000 millones de euros en los cinco años que oficialmente conforman la próxima legislatura.

Con ese dinero financiarían parte de su expansivo programa electoral, como la sustitución del actual y polémico impuesto municipal (la Council Tax, heredera de la infausta Poll Tax que acentuó el declive de Margaret Thatcher) por un impuesto local de nueva planta que reduciría en 660 euros al año la factura fiscal de la familia media británica. Los pensionistas suponen el mayor capítulo de incremento del gasto, con un aumento de 100 libras mensuales para los mayores de 75 años, que tendrán garantizados unos ingresos semanales de 109,45 libras (700 euros al mes) de la pensión del Estado, que se elevarán a 1.060 euros para los matrimonios.

El programa de los liberales-demócratas propone crear 21.000 nuevos puestos de maestro en la educación primaria para reducir el tamaño de las clases a una media de 20 alumnos en la educación infantil (de 5 a 7 años) y 25 alumnos para los menores de 11 años. También proponen suprimir las nuevas tasas universitarias, crear 10.000 plazas de policía y acabar con las listas de espera en la sanidad.

El sistema electoral -cada diputado es una circunscripción y gana el que tenga más votos aunque no sume la mayoría absoluta- hace que los liberales obtengan muchos menos diputados de los que correspondería a su porcentaje de voto. En estas elecciones aspiran a romper la barrera de los 70 diputados, frente a los 52 que tienen ahora. Y confían en que el desencanto con los laboristas reduzca su actual mayoría de manera que Blair les necesite a ellos para pactar políticas, aunque han descartado entrar en el Gobierno.

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