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BALONCESTO | NBA

Los 'Baby Bulls' se hacen mayores

El joven equipo de Chicago llega a la fase final por primera vez desde 'la era Jordan'

En abril de 2003 y tras cinco desastrosos cursos, Jerry Krause, el autocrático director deportivo de los Bulls de Chicago que juntó a Michael Jordan y Phil Jackson para ganar seis anillos de la NBA, decidió retirarse. El propietario del club, Jerry Reinsdorf, eligió en su lugar a John Paxon, un novato en los despachos que como jugador ayudó a Jordan en los tres primeros títulos. En junio, Paxon pensaba que, con dos prometedores hombres altos, Eddie Curry y Tyson Chandler, y un base para el próximo decenio, Jay Williams, el futuro sería esperanzador. Pero, seis días antes del draft, Williams estrelló su moto y se rompió: tibia, peroné y ligamentos de la rodilla derecha y la pelvis. A la desesperada, Paxon remodeló su plan y con la sexta elección llamó a Kirk Hinrich, un sólido base universitario.

Dos temporadas más tarde y bajo la dirección de Hinrich, los Baby Bulls, el jovencisimo equipo de Chicago, ha ganado 44 partidos y perdido 32 y, a falta de seis partidos, se ha asegurado sus primeros play-offs, su primera presencia en la fase final, desde 1998, año en el que Jordan ganó su última Liga.

Sin embargo, el curso no comenzó de modo alentador. En el anterior los Bulls sólo ganaron 23 partidos. Paxon tomó su segunda gran medida y desmanteló el equipo. Pero, en vez de juntar a Curry, al que un día llamaron Baby Shaq, y a Chandler, que fue comparado a los 18 años con Kevin Garnett y que se parece mas a Michael Olokowandi, con unos cuantos veteranos, se adentró en el draft y sacó tres joyas universitarias: Ben Gordon, Luol Deng y Chris Duhon. Y les sumó otro novato: el argentino Andres Nocióni, que venía de ganar el oro olímpico en Atenas.

Con el equipo más joven de la NBA, los Bulls debutaron con nueve derrotas. Con Chandler de 22 años y Curry de 21, además de Hinrich, de 24; Deng, de 19, Gordon, de 21, y Duhon, de 23, parecían más un excelente equipo universitario. Pero ocurrió lo inesperado: empezaron a ganar. Tal proeza la han conseguido con poca atención a las individualidades. Hinrich lidera al cuadro en puntos 15,5 por partido), asistencias (6,5), robos del balón (1,5) y minutos (37,6). Capaz de jugarse el último tiro y marcar al mejor base, se ha caído y se ha vuelto a levantar. Los rivales no pueden ignorarle en el ataque por que es letal en los lanzamientos de tres y tiene la velocidad y el dominio de la pelota suficientes para entrar a canasta con determinación. Pero la mas grata sorpresa ha sido Gordon, que, saliendo siempre desde el banquillo, es el más firme candidato al mejor sexto hombre de la NBA. Con 15 puntos de media, es quien más veces ha anotado mas de 10 puntos en el último cuarto. Claro que en lo que más han destacado los Bulls ha sido en la defensa: Curry, Hinrich, Duhon, Deng y el veterano Antonio Davis sólo han consentido una media de 81 puntos por partido, un mínimo en la NBA con la excepción de San Antonio Spurs.

Tyson Chandler trata de impedir la entrada de Milt Palacios.
Tyson Chandler trata de impedir la entrada de Milt Palacios.REUTERS

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