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Reportaje:PLAYAS ESCONDIDAS EN EL NORTE DE MALLORCA

Ocho citas con el Mediterráneo

Guía para encontrar algunas de las calas más bellas de la ruta

Los arenales de la costa septentrional mallorquina se entretejen a lo largo de tres promontorios y dos bahías. En éstas se suceden extraordinarias playas donde la naturaleza permite el turismo solar en primera línea de mar.

1 Senderismo ornitológico

CALA BÓQUER

Hasta tanto se resuelva el litigio con la familia March por la servidumbre de paso a la cala Castell, siempre les quedará a los senderistas de Pollença la cala Bóquer. Más aún que el rincón pedregoso en sí, lo superlativo es el bellísimo acceso a pie (media hora) entre dos gigantescas cornisas en paralelo que flanquean durante la migración primaveral miles de aves. Zambullirse sólo con mar en calma.

2 Paredes acantiladas

El apéndice rocoso del cabo Formentor parece a punto de hundirse en el Mediterráneo. A ambos flancos, arenales mayormente naturistas y de una tranquilidad inversamente proporcional a la dificultad del camino

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Playas escondidas en el norte de Mallorca

CABO FORMENTOR

El apéndice rocoso del cabo Formentor parece a punto de hundirse en un Mediterráneo rotundamente azul. Ni las pendientes ni depresiones evitan la formación de calas en esta agreste volumetría. A ambos flancos, arenales mayormente naturistas y de una tranquilidad inversamente proporcional a la dificultad del camino. Desde la carretera, el lejano fondo de la cala Figuera, aislada por vertiginosos roquedales, despierta impresiones de grandeza. Rebasar cuatro kilómetros la magnífica playa de arena del hotel Formentor y dejar el coche a la izquierda en una antigua era. Aquí se inicia la bajada de casi 200 metros de desnivel. Desde el mismo punto en la carretera, hacia la vertiente de sotavento del cabo, se baja andando (esta vez por asfalto) hasta cala Murta (unos diez minutos). Dibuja con perfección casi geométrica una amplísima línea curva y sirve de marco a un público naturista. Es profunda, de apenas 40 metros de cantos rodados (la arena se encuentra en el lecho marino), y un sendero bordea las rocosidades hasta el mirador sobre la isla de Formentor.

3 Promontorio por conocer

CABO PINAR

El de Pinar es un cabo ignoto para el público. Ignoto y custodio de una cala virgen como no hay otra en Mallorca. A dos kilómetros de Alcúdia, en la rotonda del pino (urbanización Mal-Pas), girar hacia Fundació y aparcar en la explanada del bosque. Después de subir al refugio forestal, comienza el descenso hasta la orilla, para costear después hacia la izquierda hasta el Coll Baix. Tiene más de idea de cala fragorosa entre pinares de los mejores conservados de la isla, de playa imaginada, que de playa real, lo que le otorga la singularidad de una aparición. Un temporal castigó en 2001 la tupida mancha boscosa, dificultando notablemente la bajada final: suerte tienen los que arriban en barco.

Aucanada es una zona de baño poco uniforme: algo de arena; la mayoría de los tramos, pedregosos. Preciosa la islita con faro a la que se puede llegar a pie con el agua al pecho. Y reparadora la sombra de los pinos. Por su facilidad de accesos y proximidad a Port d'Alcúdia, es muy frecuentada en época estival.

4 Abiertas al mar

BAHÍA DE ALCÚDIA

Los primeros kilómetros de la playa de Alcúdia son especialmente atractivos para familias: escasa profundiddad, anchura de arena y divertimentos acuáticos. Ses Casetes des Capellans, en Muro, se haya emplazada en la fachada litoral del parque natural de la Albufera. A pie se alcanza Es Comú, área salvaje de pinos y dunas recubiertas de rica vegetación.

5 Dunas y pinos

SA CANOVA

Es el claro exponente de la bahía de Alcúdia protegida frente al descontrol urbanístico, depositaria de un importante ecosistema que mantiene viva su estructura de pinar y sabinas junto con amplios cordones dunares. Sa Canova se mantiene tan virginal como siempre, asentada por los abundantes restos secos de posidonia que amortiguan el impacto de las olas sobre la orilla.

6 Bajo el cabo Ferrutx

ES CALÓ

Es costumbre en Mallorca bañarse en los varaderos de las zonas montañosas. Tal acontece con Es Caló, un muelle rocoso, muy agradable para bucear. Se llega en todoterreno o caminando 45 minutos, sin cuestas, desde la urbanización Betlem. Ya sólo el camino merece la pena.

A la altura del macizo de Artà el litoral es accidentado, con escasas hendiduras cuyos desagües forman calas. Dos de ellas son de una virginidad tal, que su blanca plataforma no es sino un cúmulo de caparazones, vestigios coralinos, microorganismos dignos de escrutarse con lupa, esponjas, alguna tortuga... tan exótico como nuestras huellas sobre arena tan prístina. Unos 200 metros separan Font Celada y S'Arenalet des Verger, dotado con albergue y zona de acampada (reservas: 971 82 92 19, de 8.00 a 10.00 horas). Hay dos formas de llegar: una, saliendo de Artà hacia la ermita de Betlem, tomando a renglón seguido la desviación a las fincas de Albarca y Es Verger. Tras dejar el coche en Casas de S'Alqueria Vella, se baja por la derecha (dos horas). La ruta litoral, con un sendero desde la torre de Albarca, parte de cala Torta (dos hora y media), evitando así la pendiente de regreso a S'Alqueria Vella.

7 Transparencia de ámbar

TORTA, MITJANA, ES MATZOC

De la gasolinera de Artà parte el camino a las calas Mitjana (acceso en muy mal estado) y Torta (algo mejor), que comparten un bello a la par que corto sistema dunar en proceso de degradación. Caminando desde cala Torta se llega en 25 minutos a Es Matzoc, cuyas aguas cristalinas permiten disfrutar con el fondo de posidonia oceánica.

Cala Agulla se encuentra cerca de Capdepera, en la punta noreste de Mallorca.
Cala Agulla se encuentra cerca de Capdepera, en la punta noreste de Mallorca.SCHMID REINHARD

LA PUNTA ESTE

8 VIVO CONTRASTECALAS MESQUIDA, MOLTÓY AGULLALa brusca antítesis, sin solución de continuidad, entre edificios y estampa playera es muy propia de Capdepera. En cala Mesquida, un complejo hotelero se enfrenta a las dunas, formando un paisaje que, en el caso de la cala Agulla, en la linde de cala Rajada, se traduce en una imagen del turismo masivo, que contrasta con la belleza del playón verdoso. Un agradable sendero comunica ambas, pasando entre medias por la naturista cala Moltó. También se puede recorrer a caballo con Hípica Cala Rajada (971 56 31 17).

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